En los próximos años, el 20% de los empleos en España podría desaparecer por la automatización, según un estudio de la OCDE, y la formación continua es fundamental para adaptarse a esta nueva realidad laboral. Las tareas técnicas caerán en manos de chatbots, robots y otros sistemas de inteligencia artificial, por lo que los trabajadores de carne y hueso tendrán que reinventarse y desarrollar su creatividad, inteligencia emocional y social para seguir siendo competitivos en el mercado laboral.
A pesar de ello, muchos profesionales actualmente no ponen en práctica su potencial innovador en el día a día del trabajo. Concretamente, los estudios indican que la mayoría de los empleados reconoce desaprovechar su potencial creativo, lo que a su vez choca con las exigencias de los directivos: sitúan esta habilidad en el primer lugar de su lista de prioridades a la hora de contratar a un nuevo trabajador.
La automatización ha llegado para quedarse y lo ha hecho en distintos ámbitos: banca, hostelería, salud, el sector legal... Esta situación implica la desaparición de algunos puestos de trabajo que pasan a ser desempeñados por sistemas tecnológicos, la adaptación de otros a las nuevas exigencias digitales, así como el surgimiento de nuevos perfiles vinculados a la digitalización.