El período de confinamiento sigue su curso en España tras decretarse el Estado de Alarma, lo que mantiene desde entonces, a millones de ciudadanos en sus casas. Teléfonos, ordenadores, televisores, tablets y demás gadgets, se han convertido en los grandes aliados de las familias españolas que, ante estas circunstancias excepcionales, han comenzado a organizar su rutina alrededor de una serie de hábitos que requieren del uso de Internet.
Consciente de esta realidad, el Gobierno ha decretado que se deberá mantener la prestación de los servicios de comunicaciones, en aras de que todo el mundo pueda beneficiarse de las facilidades de Internet en esta situación. Sin embargo, no todos los usuarios tienen a su alcance las mismas infraestructuras de conectividad. De hecho, “más de 10 millones de españoles carecen de una conexión de 30Mbps, la velocidad mínima que establece la UE”, recuerda José Padilla, director de operaciones en Viasat. Las razones que explican esta situación van desde la baja densidad de población (el ejemplo de la España Vaciada) a la orografía del terreno, pero esto no significa que estén condenadas a la desconexión. Por eso, la red satélite, que solo necesita acceso al cielo, ha visto crecer en los últimos meses su demanda a lo largo del territorio español, impulsando una tendencia que se espera continúe. “Independientemente de dónde vivan, los usuarios deben tener acceso a una red de calidad. Hoy, más que nunca, este derecho es vital para ayudarles en su día a día”, asevera Padilla.
Con acceso a la red tendrán en sus manos cosas tan básicas y tan necesarias como las videollamadas o acceso a la información. Pero, ¿qué más puede ofrecer la conexión vía satélite para facilitar la vida de millones de españoles desconectados?
- Videollamadas: El contacto con familiares y amigos en una situación de aislamiento también se ha convertido en un pilar fundamental para sobrellevar la situación. Las herramientas de videollamada, posibles gracias a Internet, hacen posible sentir cerca a los seres queridos y seguir compartiendo momentos y planes. Tanto es así que las redes sociales se han llenado los últimos días de brindis a través de la pantalla, cada uno desde sus casas. Desde luego, no sabemos cuánto durará la situación pero, seguro, esta alternativa tranquiliza a millones de personas que pueden seguir viendo a los suyos gracias a las cámaras de sus dispositivos.
- Telemedicina: La telemedicina es otra muestra del avance de las telecomunicaciones que se manifiesta en la relación médico-paciente. Esta opción permite realizar consultas desde casa, sin necesidad de trasladar a los pacientes a hospitales y centros de salud, lugares que se han convertido en zonas de riesgo que se recomienda evitar salvo necesidad extrema. Por eso, en el caso de manifestar alguna dolencia y se necesite de la opinión de un experto, la telemedicina se coloca como una solución viable y segura.
- Acceso a la información: En un momento como este, es imprescindible saber cómo evoluciona la situación, qué mensajes manda el Gobierno al conjunto de ciudadanos y cómo se está afrontando el problema en los diferentes puntos del país y también del mundo. Desde que se produjese la revolución en el sector periodístico con la llegada de redes sociales y plataformas online, la manera de ver, oír y leer las noticias ha cambiado radicalmente. La inmediatez y la accesibilidad son algunos de los valores que rigen este paradigma y que aportan a los usuarios una pluralidad de fuentes más allá de la televisión. También el acceso a voces expertas que vierten sus conocimientos en redes sociales, a disposición de todos. En definitiva, Internet se ha convertido en una fuente de conocimiento especialmente valorable en una situación como la que se está viviendo.
- Teletrabajo: Como parte de las medidas del Gobierno para evitar la propagación del COVID-19, se encuentra el teletrabajo, una medida que ha puesto a prueba a empresas y trabajadores y que pone de manifiesto la necesidad de conexión a Internet. Aunque se instaurase en el pasado como parte de las políticas de conciliación familiar de las empresas, las circunstancias han obligado a millones de personas a trabajar desde casa como única vía para no pisar las oficinas.
- Compras online: Las compras a través de la red también ha supuesto un antes y un después en la vida de las personas. Sin embargo, el e-commerce es un servicio del que muchas zonas rurales de España todavía no disfrutan y que puede resultar de gran ayuda en un momento como este. Personas mayores, en situación de riesgo o, simplemente, alguien que permanece en casa para cumplir con la cuarentena, puede disponer de productos de primera necesidad, ya sea alimentos o medicación, a golpe de click.
- Plataformas de streaming: Otra de las consecuencias de la situación que se está viviendo es, sencillamente, el aburrimiento. Tantas horas en casa dejan vía libre a las personas para invertir parte de su tiempo en la enorme oferta cultural que alberga la red, principalmente en series y películas disponibles en las plataformas de streaming. Existen alternativas sin Internet pero buena parte del entretenimiento de los ciudadanos está ligado al sinfín de opciones del vídeo bajo demanda (VOD).