Obama confía en los minicréditos a la española

El presidente norteamericano quiere establecer unos límites para reducir el endeudamiento.

Publicado el 17 May 2016

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Importes relativamente pequeños, en torno a 900 €, con plazos de devolución cortos y que llegan a la cuenta del solicitante en 15 minutos. Son los microcréditos online. Las empresas que se dedican a su concesión han abierto una novedosa vía para conseguir financiación alternativa a la de la banca. Sin embargo, este servicio tiene un precio que no es pequeño y que el cliente debe asumir, ya que, de lo contrario, tendrá que hacer frente a unos intereses con un coste más elevado.

En Estados Unidos, el presidente Barack Obama se ha pronunciado en las últimas semanas sobre los mini préstamos en su país y la necesidad de regularlos. Según el Centro de Responsabilidad Crediticia norteamericano, las personas que recurren a este tipo de financiación lo hacen para hacer frente a gastos comunes y no de forma puntual. En esa línea, Obama ha lamentado el sobreendeudamiento que estos préstamos no bancarios están generando en la población, recordando que están “atrapando en un ciclo vicioso de deuda a estadounidenses que trabajan duro”, y ya se ha puesto manos a la obra con el CFPB (Oficina de Protección Financiera del Consumidor) para establecer una serie de restricciones a los prestamistas privados que ofrecen minicréditos en Estados Unidos.

En España, tampoco hay una regulación específica para estos prestamistas privados ni para sus productos. No obstante, en los últimos años sí ha habido sentencias judiciales que han fallado en contra de los minicréditos, declarando que tienen unos intereses desproporcionados y estableciendo ciertos límites a los honorarios que pueden percibir este tipo de entidades.

Pero a diferencia de lo que ocurre en este sector en Estados Unidos, las empresas que comercializan estos productos en España sí han buscado una autorregulación para poner unos límites tanto a las propias entidades como a los clientes que contratan minicréditos. Un ejemplo es AEMIP (Asociación Española de Micropréstamos), que engloba a varios de estos prestamistas privados para proteger tanto a prestamistas como a solicitantes.

En ninguno de los dos países existe una regulación jurídica precisa y concreta para el sector de los minicréditos, aunque en este aspecto España va un paso por delante porque s entidades de capital privado que operan en España establecen una serie de filtros previos a la concesión del micropréstamo para reducir el riesgo tanto de impago como de sobre-endeudamiento. Con dichos filtros las entidades se aseguran de que el perfil crediticio del solicitante es adecuado y tendrá la capacidad de reembolsar a tiempo la cantidad prestada con sus correspondientes intereses.

Desde Pepedinero, aseguran que los prestamistas privados que comercializan minicréditos en España no permiten solicitar un segundo mini préstamo sin haber reembolsado el primero. Así se reduce el riesgo de que el cliente entre un círculo vicioso de impagos que sí se produce en Estados Unidos en muchos casos. Otra de las medidas que se autoimponen los prestamistas privados que operan en nuestro país es recordar el peligro que tiene solicitar minicréditos y aconsejan dar un uso responsable de los mismos. Para ello recomiendan siempre realizar una planificación previa de la economía propia para que el solicitante se asegure de que va a ser capaz de pagar.

A diferencia de los bancos convencionales que conceden otro tipo de préstamos, las entidades de minicréditos no solo no imponen castigos en forma de comisiones por reembolsar los micropréstamos antes de tiempo, sino que lo premian. En la gran mayoría de empresas el cliente se puede aprovechar de la amortización anticipada gratuita, ahorrándose los intereses de los días restantes desde que reembolsa el préstamo hasta el día fijado para el vencimiento del plazo.

El presidente norteamericano quiere acotar el sector de los minicréditos y establecer unos límites para reducir el endeudamiento en el que caen muchos clientes. De hecho, las personas que solicitan minicréditos en Estados Unidos se ven atadas a su deuda de media durante 200 días de cada año.

Para poner freno al sobre-endeudamiento provocado por los llamados payday loans (préstamos del día de la nómina), Obama defenderá las propuestas que haga la CFPB, las cuales están dirigidas a proteger al cliente. Con este objetivo, el organismo propondrá que las empresas que comercializan micropréstamos tengan que establecer filtros para seleccionar solicitantes con historiales crediticios limpios y solventes, concedan importes de no más de 500 € o fijen plazos máximos de hasta 60 días, entre otras.

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Redacción TICPymes

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