Trusted Shops ha señalado en su informe El Comercio Online en Europa 2012, el comportamiento conservador de los consumidores europeos cuando llevan a cabo compras en Internet y ha advertido de que el rápido incremento de las ventas a través del canal digital frente al tradicional hace imprescindible la adopción de nuevas medidas que protejan a los consumidores. Estas medidas deben establecer un estándar que garantice la seguridad de los procesos, con independencia del dispositivo o plataforma utilizado para realizar las compras. El objetivo es proteger la confidencialidad de los datos del comprador y educar a los nuevos usuarios para que se aseguren de la naturaleza de las tiendas online.
Recientes informes, como el elaborado por Juniper sobre pagos móviles para bienes físicos y digitales, indican que las compras sobre estos dispositivos supondrán el 30% del total del e-commerce en el año 2017. “Esto supone un nuevo soporte que tiene menos de 10 años de vida, un enorme volumen de negocio y una cantidad ingente de transacciones comerciales multiplataforma, que los compradores desarrollarán en cualquier momento y lugar, sobre una gran variedad de dispositivos”, declara David Chau, Director Ejecutivo de Trusted Shops Internacional.
“Poco a poco, tablets, smartphones y otros dispositivos para navegar se están revelando como el canal principal para cualquier tipo de actividades en la red, una tendencia que, obviamente, incluye el e-commerce y las compras en establecimientos online. En este sentido, al incrementarse el uso del comercio electrónico, aumentará el acercamiento de consumidores menos familiarizados con el medio. Antes de que dicho fenómeno se produzca, se hace imprescindible la concienciación y educación de estos nuevos compradores, muchos de los cuales carecen de experiencia suficiente en este ámbito. Así, además de garantizar un e-commerce más seguro, se evitarán posibles fraudes en este tipo de públicos más sensibles”.
“La protección a los consumidores debe llegar cuanto antes a los dispositivos móviles con el establecimiento de estándares de protección y sellos de calidad que ofrezcan la misma seguridad que la que se obtiene cuando se compra desde un ordenador”, añade David Chau. “Este es el momento óptimo para ponerse en marcha, antes de que un incremento desaforado del e-commerce móvil deje a millones de compradores desprotegidos”.