Tres mentiras sobre los ERP para pymes que hay que desechar

De tanto oír determinadas afirmaciones acabamos dando por buenas cosas que o no están comprobadas o, directamente, son mentira. Con la tecnología pasa lo mismo. Y, concretamente en el terreno de los ERP para pymes se han interiorizado algunas cuestiones que poco o nada tienen que ver con la realidad.

Publicado el 22 Ago 2018

Los ERP ni son caros, ni son difíciles de utilizar ni están sujetos a implementaciones largas. Así de contundentes se muestran desde Datisa, proveedor español de soluciones de gestión de recursos empresariales para pymes. La firma española de ERP para pequeñas y medianas empresas se ha propuesto desmentir los viejos mitos que definen a este tipo de herramientas como soluciones costosas, de difícil manejo y sujetas a unos proyectos de implementación excesivamente largos.

Isabel Pomar CEO de Datisa dice que “utilizar términos tan absolutos es un error, más aún si hablamos de tecnología y de pymes, entornos, precisamente, en los que la relatividad y la flexibilidad deben ser intrínsecos a ambos. No se trata solo de decir que una determinada solución es cara o barata sino de limitar su acceso a un conjunto de organizaciones que, hoy por hoy, suponen más del 95% del ecosistema empresarial en nuestro país”

“Quienes, desde una pyme, trabajamos para cubrir las necesidades de las pymes -continúa Pomar- sabemos que la tecnología es imprescindible para su evolución y, por lo tanto, es necesario buscar las fórmulas adecuadas para garantizar su accesibilidad”.

En este sentido, Datisa se centra en desmontar algunas de las mentiras que escuchamos o leemos de forma más habitual.

  • ERP es caro. Imposible admitir que un ERP sea caro si tenemos en cuenta el ROI que estos proporcionan. Además, el cloud y los diferentes modelos de explotación y financiación proporcionan acceso tecnológico, prácticamente a todo tipo de organizaciones. Ahora, quienes tienen que decidir se basan en cuestiones que tienen que ver más, con la cobertura de las necesidades de gestión planteadas, el retorno de la inversión o la mejora operativa y la eficiencia de los procesos.
  • ERP es difícil de usar. Es evidente que un ERP es una solución ampliamente funcional y muy completa porque impacta sobre todas las áreas de la organización. Es, en cierto modo, la columna vertebral de la empresa. Sin embargo, y fruto de la necesidad de inmediatez y simplificación, que impera en el mercado, los fabricantes han trabajado precisamente con la mirada puesta en facilitar la experiencia de uso. Hoy, encontramos aplicativos intuitivos y que apuestan -como el de Datisa– por la agilidad, la flexibilidad y la sencillez, todos conceptos muy vinculados a la transformación digital. La formación continua también mejora el conocimiento y el manejo de este tipo de soluciones y contribuye a vencer la resistencia al cambio con la que algunos usuarios se enfrentan a las nuevas tecnologías.
  • ERP con implementaciones largas. La clave en este caso, la marca la modularidad y escalabilidad del sistema, por un lado, y el cloud, por otro. Los fabricantes, además, han trabajado por acortar al máximo los tiempos de instalación y configuración de la herramienta. Sólo queda la formación para que el usuario pueda adaptarse lo más rápidamente posible a los cambios. Modificar los procesos de un área no es lo mismo que cambiar todas las estructuras de la organización. Por lo tanto: cuántas más áreas afectadas, más tiempo dedicado. Lo mejor, dicen desde Datisa, es decantarse por un ERP que permita desplegarse de forma modular y flexible para que la implementación no interfiera en el día a día del negocio.

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Redacción TICPymes

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