Transformación digital, de objetivo a estrategia

María Teresa Gómez Condado, directora general de Ametic, aborda los retos de España en términos de digitalización.

Publicado el 20 Mar 2018

María Teresa Gómez

Uno de los retos fundamentales que debe afrontar nuestro país es, sin duda, el impulso de la transformación digital. Nos encontramos en un momento crucial, en el que la tecnología desarrollada en los últimos años debe enfocarse hacia una economía que facilite el crecimiento económico y social del país en la era digital.

Para ello, uno de los primeros pasos es dimensionar su envergadura y transcendencia para el sector público y para las empresas. La transformación digital es transversal pues está presente en todos los sectores y es el factor que determinara el futuro de muchas organizaciones.

Hace años que la transformación digital ha dejado de ser un objetivo, convirtiéndose en estrategia que abarca un conjunto de procesos que tratan de crear un nuevo modelo económico. Esto conlleva asimismo un reenfoque cultural y un cambio del modelo de negocio, que responda a necesidades cambiantes de los clientes en un mercado online. La transformación digital no consiste por tanto solo en adquirir nuevos equipos o sistemas sino en aprovechar las oportunidades que ofrece la era digital, para lograr asegurar el futuro.

Políticas públicas y Presupuestos Generales del Estado

A pesar de los avances para impulsar la economía digital, la realidad en nuestro país está muy lejos de los niveles de liderazgo de EEUU, Asia y los países del norte de Europa. Según la última edición del Índice de la Economía y la Sociedad Digitales (DESI) de la Comisión Europea en digitalización, España se sitúa escasamente por encima de la media comunitaria -puesto 14 de entre los 28 países de la Unión Europeaponiendo el foco en el retraso en la formación digital de las empresas españolas, en especial las pymes.

En este sentido, las administraciones -tanto el Gobierno como las Comunidades Autónomas y las Entidades Locales- deben aplicar políticas eficaces de fomento y apoyo a la innovación en este campo. Si el desarrollo de la innovación y las nuevas tecnologías no son pilares estratégicos que tienen una presencia destacada en las políticas públicas y en los Presupuestos Generales del Estado, nuestro futuro estará en riesgo.

En Ametic -la patronal que representa al sector de la industria tecnológica digital en España- hace años que estamos comunicando estas inquietudes al Gobierno y a los diferentes partidos parlamentarios, defendiendo que exista una Agenda Digital que sirva de potente motor de impulso de la economía.

En definitiva, o nos subimos al carro de la era digital o lo perdemos

Sin embargo, en los últimos años la Administración General del Estado no ha ejecutado todos los presupuestos disponibles, que además han sufrido también importantes recortes. Entendemos que esto debería revertirse este año. La transformación digital no está entre las prioridades fundamentales del Gobierno. Tampoco todos los organismos públicos pueden considerarse ejemplos de materia de transformación digital e implantación de administración electrónica. El sector público es el primer usuario de nuestra tecnología y debería ser el ‘espejo’ en el que las corporaciones y pymes se miren para adecuar sus organizaciones a la revolución digital.

De usuarios a protagonistas

En Ametic creemos que nuestro gran reto es convertir a las empresas españolas en protagonistas activos e imprescindibles de esta nueva revolución y no en simples usuarios. No debemos perder la oportunidad de ser líderes de grandes proyectos transformadores de colaboración público-privada que consoliden la competitividad de nuestra industria en un contexto global que avanza y evoluciona a un ritmo trepidante.

Paralelamente, es necesario impulsar el desarrollo de las habilidades necesarias para aprovechar las oportunidades de crecimiento empresarial que esta revolución ofrece. Alrededor del 25% de los puestos de trabajo que existen en la actualidad desaparecerán o serán reemplazados, por lo que tenemos que ser capaces de formar y retener el talento digital español, crear empleo de calidad y atraer a expertos mundiales, desarrollando proyectos tecnológicos punteros e innovadores que transformen el mercado.

En definitiva, o nos subimos al carro de la era digital o lo perdemos. Y si lo perdemos, hipotecamos nuestro futuro como país, lo que no nos podemos permitir.

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Redacción TICPymes

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