En 2022 las pequeñas y medianas empresas han encontrado en la falta de liquidez y financiación uno de los principales escollos para continuar con su actividad y hacer crecer su negocio. La subida generalizada de tipos y el encarecimiento de materias primas que se ha acentuado progresivamente en los últimos meses son las principales causas.
Ante este panorama macroeconómico, en Trinios, la plataforma española de fintech para pymes, estimamos que el factoring es la gran opción a barajar para aquellas pymes que necesitan disponer de dinero al contado urgentemente de cara a afrontar posibles impagos y salvar los gastos del día a día.
Este decálogo expone tres razones del éxito de este instrumento financiero tan fructífero entre las pymes españolas y que, de acuerdo con la Asociación Española del Factoring (AEF), en 2021 creció un 11,5% respecto al año anterior, llegando hasta los 98.979 millones de euros.
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Actúa de escudo contra la morosidad
Por definición, el factoring es una solución a partir de la cual una empresa factor adelanta a un tercero el cobro de una factura emitida a crédito por la contratación de un servicio o la venta de un producto. De este modo, el cobro de una factura a 30, 60 o 90 días se transforma en dinero instantáneo.
En el caso del factoring sin recurso, la pyme no asume el riesgo de impago en el supuesto de que el deudor no pague la factura a la entidad de factoring, es decir, a su partner financiero. En definitiva, constituye un modo de obtener financiación al momento sin ningún tipo de riesgo y sin la necesidad de preocuparse por tener que asumir futuros desembolsos.
Financiación a bajo coste ante la subida de los tipos de interés
El pasado mes de julio el Banco Central Europeo elevó los tipos de interés del 0 al 0.50%, el primer incremento en los últimos diez años y la mayor subida en las últimas dos décadas. Consecuentemente, muchas entidades bancarias aumentaron los intereses sobre sus créditos, tanto a particulares como a empresas, a lo que hay que sumar una mayor reticencia a su concesión.
Ante a esta situación, la contratación de servicios de factoring que ofrecen entidades financieras que operan ajenas a la praxis tradicional de las firmas bancarias emerge como gran alternativa. Frente a un euríbor que supera ya el 1.76%, su máximo desde enero de 2012, el factoring ofrece dinero de manera inmediata por un reducido interés.
Inmediatez ante la falta de liquidez
La inmediatez es una de las grandes ventajas que ofrecen las empresas especializadas en factoring. Lejos de la burocracia que caracteriza a las entidades bancarias, optar por este tipo de partners es apostar por un método de financiación sencillo y rápido. Muchas empresas que ofrecen este servicio permiten disponer del dinero en un par de horas, con un procedimiento tan sencillo como acceder a su plataforma y hacer un par de clics. La celeridad que caracteriza al factoring resulta crucial cuando se trata de saldar imprevistos como abonar un pago de última hora o un afrontar el impago de un servicio por parte de un cliente. Además, ahorra todos los trámites y procesos tediosos que derivan de aquellas situaciones en las que un cliente deudor se convierte en moroso.
Las empresas de factoring, las entidades crediticias contemporáneas
En el informe ‘Salud financiera de la pyme española en el primer semestre de 2022’, elaborado y publicado recientemente por Trinios, se recoge un ascenso del 11% en la cantidad adeudada a estas empresas por ventas a crédito en los últimos doce meses. Si a fecha de junio de 2021 las pymes estaban pendientes de recibir pagos por valor de 501.000 euros, esta cantidad ha ascendido hasta los 577.000 euros el pasado mes de junio.
Ante esta realidad, y considerando la compleja situación macroeconómica que se prolongará en los próximos meses, son muchas las pequeñas y medianas empresas que han decidido huir de las formas de financiación tradicionales y adentrarse en la búsqueda de herramientas novedosas que garanticen dinero instantáneo rápida, sencillamente y sin asumir riesgos. Entre las distintas opciones a tener en cuenta, el factoring se consolida como una solución en auge al alcance de todas aquellas pymes que requieren adelantar sus tiempos de cobro. Con ello, aseguran sus finanzas corporativas a la vez que evitan tener posibles impagos de clientes en el futuro, en el caso de la modalidad sin recurso. En definitiva, una vía acertada y efectiva con la que solventar los problemas actuales de financiación y liquidez.