En este segmento se centran las operaciones de overcloking del procesador, memoria y bus del sistema. Al encontrarnos en este caso con una placa para AMD, esas opciones pueden variar respecto a las que encontraríamos en una solución compatible con Intel, aunque en la mayoría de los casos los términos son idénticos. Debemos advertir que modificar estos datos no es aconsejable a no ser que vayamos «pasito a pasito» y sepamos lo que estamos haciendo. Es recomendable que apliquemos cambios mínimos y que reiniciemos el equipo cada vez que lo hagamos para comprobar si el sistema se ha vuelto inestable o no.
El primero de los parámetros que podemos modificar es la frecuencia del bus Hyper-Transport, que en nuestra BIOS Phoenix se seleccionaba en la opción HT Frequency. Es el equivalente del multiplicador del FSB que encontramos en la plataforma Intel. Si queremos cambiar su valor, accederemos a un pequeño menú en el que estableceremos el multiplicador utilizado para este importantísimo bus, que según nuestro ordenador tendrá una frecuencia base (actualmente, 200 MHz) a la que se aplica el citado multiplicador. En sistemas con Athlon 64, éste es uno de los factores sobre los que se basa el overclocking del sistema, al igual que el FSB lo es para los Pentium4. Para la BIOS que manejamos existe un segundo factor relativo al bus Hyper-Transport, la anchura del canal, que se elige mediante la opción HT Width . De esta forma determinamos el tamaño en bits de las transferencias del bus. A mayor tamaño, mejor rendimiento, aunque en ordenadores antiguos podríamos tener que bajar esa anchura del bus.
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