Las nuevas tecnologías facilitan al comercio de alimentación el control de la calidad de los productos y la aplicación de la normativa sobre higiene y seguridad alimentaria. Sin embargo, el hecho de tener que utilizar diferentes procedimientos para desempeñar ambas funciones ralentiza su trabajo, por lo que proponen unificarlos en un único sistema o herramienta tecnológica que les permita optimizar la gestión de la calidad y el cumplimiento de la normativa de seguridad de los alimentos.
Así se ha puesto de manifiesto durante un encuentro organizado en Salamanca por la Consejería de Fomento de la Junta de Castilla y León en colaboración con la fundación Fundetec dentro del proyecto ‘Dinamización TIC del Sector Comercio’. El objetivo de esta iniciativa, que se inscribe en el Programa Emprendedores promovido por esta Consejería, es impulsar el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) entre los comercios de la región castellana y leonesa para así contribuir a la mejora de su competitividad.
En el desayuno de trabajo, al que asistieron representantes de las Direcciones Generales de Telecomunicaciones y Comercio de la Junta de Castilla y León, de la Asociación de Empresarios Salmantinos de Comercio (AESCO) y de diferentes empresas de la región, se analizaron las particularidades del comercio minorista de alimentación, un subsector que se enfrenta al reto de mantenerse competitivo frente a las grandes cadenas de distribución y a una permanente adaptación respecto al cambio de hábitos de los consumidores y la legislación vigente.
Estas particularidades de los productos frescos o perecederos complican notablemente su comercialización en Internet, lo que, junto con la desconfianza que generan los pagos telemáticos, hace que el comercio electrónico no esté muy extendido en estas empresas. No obstante, en el encuentro se destacó el caso de éxito de muchas industrias españolas de chacinería, que han encontrado una importantísima oportunidad de negocio con la comercialización online de sus productos en el mercado estadounidense.
En este sentido, algunos asistentes también comentaron que, en ocasiones, la distribución de los productos perecederos que se venden por Internet no cumple la normativa de seguridad alimentaria, y consideraron el uso de la biotecnología como algo necesario para garantizar la calidad de los productos.
Otro de los aspectos tratados fue la disponibilidad de medios de pago electrónicos en estos comercios, que puede considerarse el primer eslabón para introducirse en el uso de las nuevas tecnologías y es clave para las empresas con un nivel medio/alto de facturación. Los participantes comentaron que estos sistemas están bastante extendidos, dado que las propias entidades bancarias los promocionan y son sencillos de utilizar.
No ocurre lo mismo con el uso de las TIC para la gestión interna del negocio. En el encuentro se aseguró que un gran número de empresarios aún realizan los procedimientos de contabilización y gestión a la vieja usanza porque no llegan a ver las ventajas y el ahorro de costes que las tecnologías les supondrían. Asimismo, algunos comercios minoristas tienen miedo a perder el control “físico” de su negocio si utilizan estas herramientas, y otros vinculan su implantación a la posibilidad de beneficiarse de alguna subvención para adquirirla.
En este sentido, se señaló que los empresarios deben apostar por su negocio sin condicionarlo a las ayudas económicas, y que el cambio generacional en la dirección de estas empresas es clave para la introducción de las TIC, así como un necesario cambio cultural y de mentalidad para el que deben concurrir los esfuerzos de las asociaciones sectoriales y los organismos intermedios.
Este encuentro es el segundo de tres desayunos de trabajo previstos dentro del proyecto de ‘Dinamización TIC del Sector Comercio’, que analizarán diferentes aspectos del comercio minorista en relación con las nuevas tecnologías. Con la información que se extraiga de todos ellos se elaborará el ‘Libro Blanco de las TIC en el Sector Comercio’, que contará con la participación de la CEC, la Confederación Regional de Asociaciones de Comercio de Castilla y León (Conferco) y el Centro de Investigación, Innovación e Información Comercial I3Com, impulsado por la Federación de Empresarios de Comercio de Burgos (FEC).