La empresa española S2 Grupo, especializada en ciberseguridad y ciberinteligencia, ha señalado que en los primeros seis meses de 2018, los ciberataques por cryptomining se han incrementando más de un 4.000%.
La forma de proceder de los ciberdelincuentes, es mediante familias de malware que incluyen funcionalidades de minería o bien el empleo de navegadores para el minado de monedas. Se trata de aprovechar la capacidad de cómputo de la maquina comprometida para “fabricar” criptomonedas como la conocida “bitcoin”.
Según han señalado expertos de S2 Grupo, las principales consecuencias de este tipo de malware es ralentizar los dispositivos, ya que utilizan su capacidad para minar monedas, y más grave aún si cabe, es que pueden utilizar la capacidad de computo de maquinas que forman parte de sistemas de control industrial (del sector de los transportes, centrales nucleares, suministradoras de energía o de agua, etc.) e incluso, provocar fallos en su funcionamiento. Esto podría conllevar consecuencias importantes y, eventualmente, hacer fallar algún servicio esencial.
“El ámbito de la ciberseguridad debe evolucionar a un ritmo vertiginoso porque la actividad de los ciberdelincuentes también lo hace. Si 2017 podemos decir que fue el año del ransomware, 2018 es el año del cryptomining. Según datos del CNI, este año el número de incidentes por ransomware han descendido alrededor de un 2%, sin embargo, los ataques con el objetivo de minar criptomonedas han aumentado más de un 4.000% en el ámbito de la Administración Pública”, ha afirmado José Rosell, socio-director de S2 Grupo.
“El objetivo de los ciberdelincuentes, en este caso, siempre es el mismo. Buscan nuevas formas de conseguir dinero. Estos nuevos mecanismos son mucho menos invasivos y más lucrativos que el secuestro de los datos y el consecuente pago del rescate que pretende el ransomware. Por eso, el nuevo camino es minar monedas para poder operar económicamente en la red”, ha explicado Miguel A. Juan, socio-director de S2 Grupo.
Expertos de la compañía han advertido de que este tipo de ciberataques están afectando tanto a ordenadores como a todo tipo de dispositivos tecnológicos y sistemas de control industrial y, el principal problema es que afectan al rendimiento de los sistemas.