Tras un largo proceso de negociación, la Dirección y el Comité de Empresa deKamax, SAU, el mayor fabricante de España de tornillería para la industria del automóvil, han suscrito un Pre-Acuerdo de Flexibilidad que permitirá garantizar la continuidad y desarrollo de esta empresa ubicada en Museros (Valencia).
Esta propuesta evitará el traslado de la producción de esta planta a los otros centros del Grupo ubicados en Europa y consiste en una serie de mecanismos para ajustar la capacidad productiva de la factoría de Museros a los requerimientos del mercado. El acuerdo definitivo, antes de su entrada en vigor, deberá ser ratificado por la Dirección del Grupo Kamax y por todos los trabajadores en un referendum que se celebrará este mes de septiembre.
El principio de acuerdo introduce fórmulas como la Cuenta de Horas para alcanzar un mayor nivel de flexibilidad y productividad que permitan a Kamax adaptarse con urgencia, y sin costes extra, a las fluctuaciones en la producción de sus clientes, tanto por exceso como por defecto.
Al respecto, la compañía que cuenta con una plantilla de 225 trabajadores y que exporta el 75 por ciento de su producción, disminuyó sus ventas en un 40 por ciento en 2009, frente a la cifra de negocio de 50 millones de euros previos a la crisis.
Además, Kamax se encuentra en la actualidad en una desventaja geográfica, logística y de costes respecto a las otras cinco plantas europeas del Grupo, ya que está aumentando la importancia y competitividad de las factorías del este de Europa en detrimento del resto. Según apunta Carlos Mena, gerente de Kamax España, “el sector de automoción y su fuerte competencia requiere producir con un programa permanente de mejora continua, y ahorro de costes. La planta que no siga esta tendencia del mercado no será competitiva y no sobrevivirá”.
Por ello, y en caso de ser validado por una mayoría el Pre-Acuerdo, la central del Grupo Kamax en Alemania se compromete como apoyo y garantía de futuro de la planta de Museros a implantar el proyecto KPM (TPM en su terminología internacional) que persigue una mejora continua de las condiciones de trabajo, así como a aportar nuevos pedidos por un montante de 2,9 millones de euros, lo que supondría un incremento cercano al 10 por ciento sobre el nivel actual de carga de trabajo.
Este acuerdo cuenta, a su vez, con el respaldo de FEMEVAL y de los dos líderes de los sindicatos firmantes que se reunieron con la Dirección y el Comité de Empresa de Kamax para dar su total apoyo y felicitación por esta iniciativa.
En este encuentro, el presidente de FEMEVAL, Vicente Lafuente, ha señalado que “lejos de esperar ayudas procedentes de fuera, el acuerdo entre trabajadores y empresa es el que ayudará a resolver y salir de la actual situación. Por eso, esta propuesta de Kamax debe servir como ejemplo para otras empresas en situaciones similares”.
Paco Molina, secretario general de CC.OO, ha incidido también en que el sector del metal está necesitado de ajustes y propuestas y ha coincido con Lafuente en que tienen que ser las propias empresas y sus trabajadores los que alcancen estas medidas de mejora. “Este Pre-Acuerdo supone una apuesta por la consolidación del empleo en Kamax, y debe servir para fortalecer su competitividad, por eso es fundamental la participación de todos sus trabajadores en el devenir de la empresa y en el futuro del sector”.
Por su parte, Daniel Matoses, presidente Autonómico del CSI-CSI-F, ha comentado que “nos encontramos en una situación en la que se deben priorizar los puestos de trabajo. Y en este contexto, todos estamos en el mismo barco. Por ello, se debe realizar un gran esfuerzo de entendimiento que asegure la continuidad de las empresas y de los puestos de trabajo”.
Las medidas de esta propuesta, que afectan a la distribución de la jornada y calendario laboral, ya están implementadas en el resto de factorías del Grupo desde hace años. Esto les ha permitido adaptarse a la crisis con unas mayores garantías, y con medidas menos traumáticas que las que ha tenido que aplicar la planta de Valencia.
El Pre-Acuerdo, denominado de Flexibilidad, introduce como novedad una Cuenta de Horas para cada empleado, un mecanismo ampliamente implantado en el ámbito internacional y en el sector de la automoción. Este sistema consiste en incrementar las horas de trabajo cuando hay puntas de producción, y en disminuirlas cuando se reduce, sin que esto afecte al salario fijo de los trabajadores. La empresa actúa como Banco, compensando períodos de alta carga de trabajo (sin acudir masivamente a las horas extras), con períodos de baja carga (minimizando las cancelaciones de contratos, y el recurso a los ERE’s).
Por su parte, se pretende regular el Calendario Laboral, optimizando los períodos de descanso del personal para acomodar mejor la distribución de la producción durante el año, y la preparación y envío de pedidos, a los requerimientos de los clientes. Para la correcta aplicación de este acuerdo, se creará una Comisión de Productividad, integrada a partes iguales por representantes de la Dirección y del Comité de Empresa, que velará por el cumplimiento del pacto.
“Con la aplicación de estos estándares organizativos conseguiremos el apoyo de nuestro Grupo a esta factoría, lo que asegurará su funcionamiento, y por tanto el mantenimiento de los puestos de trabajo, directos e indirectos, que de ella dependen”, asegura Mena.