Cuidado con los juguetes conectados. Esta nueva generación de entretenimientos para niños hacen preguntan, dan respuestas, interactúan, se conectan con Internet, hacen fotos… Y son especialmente atractivos para los hackers. El último fallo detectado por la compañía de seguridad Rapid7 en el osito de peluche Smart Toy Bear, de Fisher-Price, es sólo otro aviso de los problemas que pueden ocasionar los juguetes conectados.
El oso de peluche en cuestión está fabricado por Ficher-Price junto con Vtech, el mismo que a mediados de noviembre sufrió un ataque que dejó al descubierto datos, fotos y fichas de casi seis millones y medio de niños de todo el mundo y casi cinco millones de padres. Hay que decir que este ataque no pretendía utilizar los datos y las fotos, sino demostrar la debilidad de la seguridad.
En el último año se han denunciado ataques o fallos de seguridad en la empresa responsable de Hello Kitty, Barbie Hello, My Friend Cayla, VTech, Fisher-Price…
Este mundo es especialmente sensible en el terreno de la seguridad. Una foto de nuestro hijo en la bañera, tomada con la cámara que lleva el osito en la punta de la nariz puede ser muy tierna o puede tener un uso fraudulento con consecuencias dolorosas. Y es que no sólo los juguetes han sido objetivo de ataques, sino también las cámaras de vigilancia de bebés.