Axalko puso en marcha un innovador proyecto centrándose en las nuevas cualidades que podría aportar la madera en la creación del cuadro de una bicicleta.
Con esta idea, varios amantes del ciclismo, empezaron a fabricarlas y comercializarlas en 2010.
Aunque los inicios fueron dificultosos y lentos, el año pasado el proyecto cerró una facturación de 500.000 euros.
En estos seis años de vida, Axalko ha logrado vender en torno a 100 bicicletas por toda Europa.
“La madera es un material, que como todo aquello que encontramos en la naturaleza tiene un alto grado de especialización y de complejidad. Mirando en su interior se puede ver un haz de tubos orientados en la dirección longitudinal cuyos componentes son: la lignina y la celulosa. Estos dos elementos aportan un parámetro magnífico en la relación de peso y resistencia”, relata uno de los fundadores de Axalko.