Durante el pasado año las quiebras de empresas crecieron un 341%, lo que demuestra la debilidad del tejido empresarial español que incluye al canal de distribución TIC, mayoritariamente conformado por pymes. Sin embargo, y en opinión de la consultora Russell Bedford, los desenlaces fatales podrían evitarse si las organizaciones se declararan en concurso de acreedores antes de que la situación fuera irreversible. El 60% de las empresas españolas que entra en concurso de acreedores son de pequeño tamaño –facturan menos de dos millones de euros– y el 90% de ellas acaba en liquidación por no haber actuado a tiempo, según la firma de auditoría y asesoramiento legal Russell Bedford, quien advierte de que el concurso puede terminar por convertirse en su ‘tabla de salvación’. Estas cifras ponen de relieve las muchas dificultades por las que atraviesan los pequeños empresarios a la hora de afrontar una situación de insolvencia, debido generalmente a la falta de medios y al desconocimiento legal que les lleva incluso a arriesgar su patrimonio personal con el fin de salvar “a la desesperada” sus negocios.
Para prevenir estos posibles cierres, Russell Bedford ha elaborado un decálogo con los pasos más importantes que estas pequeñas empresas deben seguir para interpretar su situación financiera y así evitar dar el adiós definitivo a sus negocios.
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