Aunque la felicidad y la satisfacción en el entorno laboral pueden depender de un gran número de factores, no cabe duda de que el bienestar corporativo se ha convertido en una variable imprescindible para empresas y organizaciones. De hecho, en el mundo empresarial ha empezado a implantarse la figura del Chief Happiness Officer (en español, Director de Felicidad), encargada de potenciar la felicidad de los empleados y responsable de atraer y retener el talento en las empresas mediante “estrategias de felicidad” definidas. Las ventajas de estas estrategias son múltiples: se consigue un mayor compromiso por parte de los empleados, ventajas competitivas en el mercado, fidelización del talento y menores tasas de absentismo laboral.
Pero, ¿en qué consisten las “estrategias de felicidad” de las empresas? ¿Cómo se fomenta la felicidad en las empresas y organizaciones? Para Agustín López Guzmán, experto en liderazgo e instructor en Udemy, plataforma de formación online, “las personas buscamos que el trabajo no solo nos lleve a realizarnos a nivel económico, sino también a nivel personal. Buscamos que lo que hacemos nos haga sentir bien, mantener buenas relaciones, conseguir resultados que impacten positivamente en la sociedad y en el ambiente”.
Así, Udemy, en colaboración con Agustín López Guzmán, comparte los cinco factores clave para fomentar la felicidad en las empresas, siguiendo el modelo `SHARP´.
- S de ‘Strong’ (en español, fortalezas). Consiste en alinear el trabajo con las fortalezas personales. Las fortalezas están relacionadas con nuestro rendimiento y con nuestras pasiones. Por otro lado, también influyen las “fortalezas de carácter”, es decir, cuando una persona se encuentra en su momento óptimo a nivel personal. Alinear el trabajo con las fortalezas laborales y las personales es una forma de potenciar las habilidades en el entorno laboral para alcanzar de una forma eficiente los objetivos marcados.
- H de ‘Health’ (salud). Este factor es clave dentro de una buena “estrategia de felicidad”. La palabra habla por sí sola: consiste en gestionar nuestra energía vital desde lo físico, emocional y espiritual. Las exigencias del trabajo pueden generar ciertos niveles de estrés. De hecho, una de las consecuencias de la pandemia derivadas de la inestabilidad laboral es la `productividad tóxica´: producir más de lo necesario ante el miedo y la incertidumbre. Por ello, es necesario un equilibrio entre el desgaste que causa el estrés y la recuperación dentro y fuera del trabajo a través del cuidado físico (ejercicio, descanso, alimentación equilibrada, etc.) y emocional (trabajando las relaciones interpersonales y dedicándose tiempo de desconexión).
- A de ‘Absorption’ (absorción). La absorción es la capacidad de concentrarnos en el momento presente para conseguir nuestros objetivos, y puede lograrse evitando las distracciones. Estas pueden ser tanto distracciones internas (preocupaciones, miedos, autocrítica) como externas (smartphones, e-mails, aplicaciones de chat), y son un grave problema ya que provocan una pérdida de concentración en el trabajo, disminuyen la productividad y generan estrés e insatisfacción. Una de las formas de combatir o aliviar las absorciones laborales es estableciendo una mayor claridad en nuestros objetivos a cumplir, así como practicando mindfulness o meditación para entrenar nuestra atención.
- R de ‘Relationship’ (relaciones). Capacitar a las personas de entornos adaptados para desarrollar habilidades interpersonales y procesos que permitan la comunicación interpersonal es un factor clave para fomentar la felicidad en el entorno laboral. Generar momentos de interacción para conocerse son relevantes a la hora de mantener y fomentar relaciones positivas. Además, estas enriquecen la inteligencia colectiva de la empresa, pues se genera un clima perfecto y distendido para compartir conocimiento y desarrollar la creatividad.
- P de ‘Purpose’ (propósito). Realizar un trabajo por vocación permite que las personas sean más productivas y sientan una mayor motivación a la hora de conseguir sus objetivos. Una exitosa “estrategia de felicidad” en el entorno laboral debe promover la motivación y ayudar a los empleados a hallar sus propósitos, aquellos por los cuales realiza su trabajo. Para Agustín López Guzmán, “no es lo mismo trabajar en la tarea por la compensación económica o por el estatus que te otorga, que trabajar por el impacto que tu trabajo genera en la sociedad. No es la tarea lo que motiva un propósito importante, sino cómo lo hago y para que lo hago”.