La crisis del coronavirus ha trastocado los planes de muchos y ha afectado a casi todos los niveles productivos del país. El sector inmobiliario no se ha quedado atrás: la compraventa de viviendas cayó en un 42,2% en el segundo trimestre del 2020 con respecto al mismo período del 2019, según el Colegio de Registradores. Además, algunos expertos del sector anticipan una bajada de los precios de la vivienda como consecuencia del enfriamiento de la demanda. Pero ¿qué pasa si necesitamos vender un piso en este contexto? Desde el comparador financiero HelpMyCash.com nos dan algunos consejos para lograr nuestro objetivo con éxito:
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1. Sondear el mercado para fijar el precio
Si decidimos poner en marcha la venta de nuestra casa, es importante tener en cuenta el contexto actual, ya que esto determinará la estrategia a seguir para cerrar la operación. Es vital sondear el mercado para saber en qué situación se encuentra nuestra localidad o barrio. ¿Hay mucha oferta de pisos en los portales inmobiliarios?¿Estos duran mucho o poco tiempo publicados? En cualquier caso, si hemos decidido vender el piso, conviene ponernos manos a la obra cuanto antes, no vaya a ser que la situación empeore.
El precio que fijemos será determinante, pero debemos tener en cuenta que nuestra vivienda no tiene un único precio de mercado, sino muchos. Así que para definir el importe de venta desde HelpMyCash aconsejan consultar con diferentes fuentes como, por ejemplo, los mencionados portales inmobiliarios, las diferentes herramientas de tasación online y, más importante aún, los expertos del sector.
Es conveniente contactar, como mínimo, con tres inmobiliarias, tanto online como tradicionales, para pedirles una valoración de la casa. Estas lo podrán hacer de forma totalmente gratuita y sin compromiso alguno. Eso sí, debemos hacerles tantas preguntas como podamos: ¿cuántos pisos han vendido recientemente en la zona y a qué precios?, ¿cuánto tiempo han tardado en vender?, ¿qué precio debería fijar para vender rápido en el contexto actual?
Con toda esta información en la cabeza, podemos elaborar un rango de precios y fijar uno de salida en función de la prisa que tengamos por vender. El interés que despierte el piso y las ofertas que recibamos nos dirán si el “precio es adecuado” o si debemos ajustarlo.
2. Decidir si contratamos a una inmobiliaria o si vendemos solos
Contactar con varias agencias no solo nos puede ayudar a fijar el precio, también nos sirve para comparar su oferta de servicios y decidir si hacemos el proceso solos o con alguna de ellas. Eso puede ser un gasto, ya que tendríamos que pagar la comisión de la inmobiliaria, que oscila entre un 3% y un 7% sobre el precio de la casa.
No obstante, en algunos casos, dependiendo de nuestra situación personal, puede ser determinante para lograr la venta. Hay que tener en cuenta que vender una casa en solitario implica hacerse cargo por completo de todo: poner los anuncios, hacer las fotos, tramitar los documentos obligatorios para vender el piso, recibir a las visitas, negociar las condiciones, redactar los contratos, etc. Por tanto, necesitamos tener tiempo y, quizá, un poco de paciencia para llevar a cabo todas estas tareas.
Aunque, una opción intermedia es la que proponen las inmobiliarias online. Estas ofrecen planes de servicios adaptados a las necesidades del cliente y suelen cobrar tarifas fijas que rondan entre los 1.000 euros y los 4.000 euros. Eso sí, aunque nos libran de ciertas tareas y nos asesoran durante toda la venta, implica tener una participación activa y hacernos cargo de algunas acciones como, por ejemplo, recibir a las visitas o tramitar algunos documentos.
Así que es fundamental que evaluemos cuáles son nuestra necesidades, cuánto estamos dispuestos a pagar y que nos tomemos muy en serio la elección de una buena inmobiliaria. De lo contrario, podríamos tirar el dinero o tardar demasiado en vender.
3. Negociar los términos teniendo en cuenta la situación actual del mercado
A la hora de negociar con un posible comprador tenemos que ser cautelosos. Es decir, debemos tener claro cuál es la máxima rebaja que podemos dar, pero sin perder de vista la situación en la que estamos. Es decir, si en nuestro barrio hay mucha oferta y poca demanda, no podemos despachar a la ligera una buena oportunidad. En esta situación, desde HelpMyCash recomiendan mantener la calma e intentar utilizar todos los argumentos que tenemos a favor para negociar el precio.
Una vez alcanzado un acuerdo, es vital que firmemos un contrato de arras con el comprador y que no olvidemos incluir una cláusula de penalización por incumplimiento de contrato. Así, nos podemos cubrir las espaldas y, en el caso de que la otra parte desista de la compra, quedarnos con el dinero de las arras como compensación.
Además, es recomendable que intentemos averiguar con antelación si el comprador tiene la capacidad financiera para comprar la casa. Incluso, podemos incluir en el contrato de arras una cláusula que indique que si este no consigue en una fecha límite la hipoteca, la reserva se puede anular para que podamos buscar otro comprador.