La época navideña, además de ser un tiempo de descanso, de encuentros familiares y de deliciosas comidas, es el período de mayor riesgo de endeudamiento. Durante esas semanas, el número de productos y servicios adquiridos se dispara y los gastos de muchas familias aumentan de forma exponencial. Esto hace que muchas personas recurran a créditos, pagos aplazados y préstamos que pueden provocar deudas a las que cueste hacer frente.
Según una investigación llevada a cabo por el grupo KRUK, más de la mitad (57,38 %) de los españoles disponen de dinero suficiente para cubrir sus necesidades habituales, pero se encuentran con problemas cuando se presentan gastos excepcionales, como son los regalos navideños. Por ello, el Grupo KRUK ha elaborado una lista de consejos para evitar caer en espirales de deuda en esa época del año:
- Empieza a ahorrar con antelación: Un reciente estudio acerca del endeudamiento de los europeos llevado a cabo por el Grupo KRUK muestra que el 25% de los europeos no consigue ahorrar nada a final de mes y, a menudo, su presupuesto mensual es apenas suficiente para los gastos habituales. Esta situación puede hacer que para una buena parte de los ciudadanos la Navidad se convierta en un gran problema para su economía doméstica. “La primera recomendación para no endeudarse con todas las compras que se realizan en Navidad es empezar a ahorrar con varios meses de antelación, apartando una cantidad determinada para este fin en una cuenta de ahorros. Así se podrá hacer frente más fácilmente a los gastos que van a llegar (regalos, comida, vestimenta, etc.)”, explica Ana Suárez, directora de inversiones en NPL y desarrollo de negocio de KRUK España.
- Salda tus deudas pendientes primero: La Navidad es un período en el que, debido a los numerosos compromisos, es posible olvidar pagar alguna factura o plazo pendiente. Esto puede derivar en impagos y deudas indeseadas. Según una encuesta del Grupo KRUK, 2 de cada 10 españoles tiene alguna deuda atrasada sin pagar. Para evitar estos descuidos durante esos días del año, lo ideal es preparar un calendario de gastos mensuales en el que aparezcan todas las cuotas de préstamos y deudas pendientes, y revisarlo al menos una vez al mes.
- Calcula tu presupuesto disponible: Un punto muy ligado al anterior es la planificación previa de los gastos que vamos a tener en Navidad, para así poder prever el presupuesto con el que vamos a contar para regalos y cenas navideñas. Comparando los gastos previstos con los ingresos esperados, averiguaremos qué regalos sí se pueden asumir durante la Navidad, y cuáles tendremos que descartar. En caso de que los gastos previstos sean muy elevados, una buena solución puede ser dividir entre varias personas la compra de un solo regalo, y así compartir el desembolso.
- Haz una lista de regalos: Las numerosas ofertas de regalos durante la Navidad hacen que en muchas ocasiones caigamos en la trampa de los descuentos y los métodos de financiación sencillos y acabemos invirtiendo más dinero del deseado casi sin darnos cuenta. Para evitarlo, una vez que hayamos concretado el presupuesto disponible para estas Navidades, recomendamos diseñar una lista con cada compra y el presupuesto disponible para cada una de ellas. Lleva contigo la lista antes de salir de compras y, cada vez que realices un pago, táchalo de la lista y comprueba que no has sobrepasado el importe previsto. Es importante ceñirse a dicha lista y evitar compras impulsivas.
- Optimiza tu compra: A veces, aunque no realicemos grandes desembolsos, el dinero se nos escapa de las manos. Esto se produce porque hacemos muchas transacciones pequeñas y de poco valor que, al acumularse, se convierten en una grandísima inversión. Para invertir eficientemente el presupuesto disponible, lo más recomendable es optimizar cada compra, por pequeña que sea. Para ello, procura tener en cuenta los gastos de envío, compara el precio de un mismo producto en diferentes comercios y trata de pagar el mejor precio por cada regalo.
- Organiza tu economía doméstica con un kakebo: La mejor manera de conseguir ahorrar, organizar nuestros ingresos y gastos y evitar incurrir en deudas es calcular la capacidad financiera de manera realista, valorando los gastos futuros que van a aparecer. Solo este cálculo, el uso de la razón y la compra no impulsiva pueden evitar gastos innecesarios y caer en deudas. Para ello, un método de gran utilidad es el Kakebo, una fórmula japonesa de finanzas domésticas basada en el recuento de gastos e ingresos y en la planificación mensual a partir de un libro de cuentas.
“Para completar este libro de finanzas del hogar japonés tan solo hay que marcarse un objetivo de ahorro realista y alcanzable, ser constante y comprometerse a apuntar todos los movimientos de dinero”, afirma Ana Suárez.