1. Distintos tipos de hosting: compartido, dedicado y VPS
En los planes de alojamiento compartido, también conocido como web hosting, distintos usuarios y páginas web comparten los recursos de un ordenador de alto rendimiento, denominado servidor. El propio proveedor se encarga de la administración del servidor, por lo que no requiere conocimientos de administración de sistemas. Suele ser la mejor opción para iniciarse en Internet, ya que los planes de hosting compartido son muy económicos fáciles de utilizar y sus características resultan más que suficientes para la mayoría de las páginas web.
En los VPS (Servidores Privados Virtuales), las tecnologías de virtualización dividen los recursos de un servidor físico, que actúa como varias máquinas con total independencia, sin compartir los recursos entre los usuarios. El usuario accede al sistema y lo administra con una flexibilidad comparable a la de un dedicado y una menor inversión.
En el alojamiento dedicado, cada servidor es utilizado en exclusiva por un único usuario, que administra los recursos de la máquina y puede instalar cualquier aplicación o sistema operativo. El proveedor se encarga del mantenimiento físico del servidor. Son la mejor opción para las empresas y profesionales que realizan un uso intensivo de Internet y necesitan aplicaciones muy concretas o consumen muchos recursos de espacio en disco y transferencia.
2. Espacio en disco
Una página web contiene diferentes elementos: imágenes, textos, carpetas, bases de datos, etc. El espacio en disco o espacio web es la capacidad de almacenamiento reservada para una página web en el disco duro de un servidor.
Para calcular el espacio en disco necesario para una página web, conviene sumar el tamaño de todos los archivos que se quieren publicar y añadir un 30 por ciento más en previsión del crecimiento.
Los proveedores, como Piensa Solutions, suelen ofrecer un sistema de aviso por correo electrónico que advierte al usuario cuando su espacio en disco se encuentra cercano al límite.
3. Transferencia mensual
Cuando un internauta visita una página web, los datos del servidor se transfieren hasta el ordenador del usuario. Este flujo de datos se denomina transferencia. Cuantas más visitas recibe una página web, así como cuanto más espacio en disco ocupan los archivos (vídeos, sonido, animaciones…) que se van a descargar, más transferencia consume. Por tanto, es recomendable hacer una previsión de los internautas que accederán a un website.
Al igual que sucede con el espacio en disco, conviene calcular un 30% adicional y configurar los sistemas de aviso del proveedor.
4. Sistema operativo, programación y bases de datos
El sistema operativo del servicio de hosting determina las aplicaciones que se pueden utilizar en una página web, como lenguajes de programación o bases de datos.
Además, los proveedores suelen incluir en sus planes de web hosting aplicaciones que permiten crear y actualizar fácilmente una página web sin tener conocimientos de informática y permiten desarrollar una web en unos minutos.
5. Gestión FTP
Estas siglas hacen referencia Protocolo de Transferencia de Archivos, necesario para transferir archivos entre ordenadores y servidores. Además de compartir datos, permite al usuario actualizar la página web con nuevos contenidos.
Puede hacerse a través de programas instalados en cualquier ordenador. Algunos proveedores ofrecen también la posibilidad de hacerlo directamente a través de una aplicación online a la que se accede desde el Área de Cliente.
6. Cuentas de correo
El correo electrónico es una de las principales ventajas de tener una página web con dominio propio. Las cuentas o los buzones de correo electrónico permiten que los empleados de una empresa o los miembros de una familia tengan su propia cuenta de correo electrónico.
Lo mejor para el usuario es que el espacio en disco para el correo electrónico sea independiente del espacio web del servicio de alojamiento para la página web. Además, también es recomendable elegir un proveedor que ofrezca transferencia de correo ilimitada.
En la configuración del correo electrónico hay que tener en cuenta que se puede optar por descargar los mensajes en el ordenador (denominado protocolo POP3), por lo que no ocupan espacio en disco, o mantener los mensajes en el servidor de correo (protocolo IMAP4).
7. Área de Cliente y Panel de Control
Son las herramientas imprescindibles que, a través de Internet, nos permiten gestionar los servicios de hosting y la relación administrativa con el proveedor (control de facturas, alta de servicios…)
A través del Área de Cliente, las consultas llegan automáticamente al departamento de atención al cliente de los proveedores, que pueden resolver cualquier duda fácilmente.
Desde el Área de Cliente (o a través de una dirección web segura), el usuario puede acceder al Panel de Control de cada servicio de hosting, que permite gestionar fácilmente los recursos técnicos, como dar de alta cuentas de correo, asignar los avisos para límites de transferencia y espacio web, etc.