EMC: Olvídese del presupuesto de TI

La inversión en TI debe hacerse de forma responsable, hay que hacerse algunas preguntas como: ¿Puede TI hacer crecer el negocio?, ¿Puede TI ayudar a crear nuevos productos o servicios?, ¿Puede TI hacer crecer el negocio?

Publicado el 20 Abr 2009

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Por José Luís Solla, Director general EMC España y Portugal

Paul Krugman
, Nobel de Enconomía 2008, comenzaba un artículo citando versos de un poema de Yeats, escrito al final de la Gran Guerra: Girando y girando en el remolino que no para de agrandarse /El halcón no oye al halconero; /Las cosas se desmoronan; / El centro no se sostiene…Y terminaba el artículo con un rotundo “Todo se está yendo a pique…”

Con todo mi reconocimiento hacia el ilustre economista y pensador, y con sumo respeto a la gravedad de la crisis en la que nos encontramos inmersos en estos últimos compases de 2008 y, todavía con mayor y circunspecta consideración hacia ese amenazador 2009, no puedo admitir que todo se esté yendo a pique. A pesar de ello, agradezco el amenazador vaticinio en lo que pueda contribuir a despertar todos nuestros mecanismos de defensa, creatividad y energía. Creatividad para que nuestros esfuerzos exploren nuevas vías y no se pierdan en insistir tozudamente sobre la que ya no funciona; y energía para combatir y mantener a raya a la entropía que nos intenta arrastrar hacia el caos.

Cierto que, esta tormenta perfecta que ha sobrevenido por la coincidencia de una crisis económica cíclica con otra financiera que ha estrangulado la liquidez, es lo más amenazador con que nos hemos encontrado en muchos años. Aún así, no es menos verdad que si recuperamos la ilusión y actuamos con confianza no hay nada que impida que esta crisis pueda terminar en dos o tres trimestres.

Me gustaría seguir este discurso insistiendo sobre el cambio de paradigma que estamos protagonizando y sobre las ventajas de eficacia y eficiencia que suponen situar la información consolidada en el centro neurálgico de la infraestructura tecnológica, con sus aspectos de gestión unificada de contenidos, de seguridad o de virtualización, o de la promesa de transformación que nos trae el Cloud Computing, áreas, todas ellas, en la que EMC está situada en vanguardia. Pero en aras de la brevedad he optado por dar unas recomendaciones básicas acerca de cómo dirigir el área de TI, de modo que dé soporte al negocio en tiempos difíciles y que, para el lector apresurado, podríamos resumir en una sola recomendación: Olvídese del presupuesto de TI. Pero, ¡un momento, no quiero decir lo que literalmente se entiende! Mi deseo es provocar su reflexión y que poniendo a un lado el presupuesto de TI, pero manteniéndolo a la vista, como referencia, pasemos a considerar los aspectos siguientes:

1. ¿Puede mejorarse la eficiencia y el rendimiento del negocio con inversión en TI cuyo retorno sea suficientemente relevante como para recuperarla en el mismo ejercicio? Hace unos días, en una conversación sobre estos temas con mi sabio amigo, Pedro Maestre, me recordaba cómo una decisión de inversión al principio de los 90 en la Tesorería de la Seguridad Social de 5.000 millones de aquellas pesetas se recuperó en ¡dos meses! ¿Quién necesitaba tener en presupuesto aquellos 5.000 millones de pesetas, si la inversión se recuperaba (mediante el ahorro de 3.000 millones mensuales de gasto que generó) en sólo dos meses? ¿Habrá sido aquél un caso único? Pues, no. Los tenemos todos los meses en la relación con nuestros clientes.
2. ¿Puede TI hacer crecer el negocio? Quizá sea ésta la pregunta más importante a hacerse. Mantener la fortaleza de la propia empresa exige crecimiento en el volumen de negocio. Tornarse hacia la reducción del tamaño para la supervivencia, puede ser la respuesta fácil pero que puede traer consecuencias para muchos años, especialmente si afecta a las competencias clave de la organización.
3. ¿Puede TI ayudar a llegar a nuevos clientes y nuevos mercados? Como dice Lessing, el mundo es plano. Las comunicaciones nos han hecho a todos vecinos y tenemos cientos de millones de potenciales clientes ahí afuera. ¿Puede TI ayudar a acercarse a esos clientes con nuestra oferta de productos o servicios? La respuesta es sí.
4. ¿Puede TI ayudar a crear nuevos productos o servicios? ¿Qué productos o servicios podríamos inventar o reinventar para mejorar nuestra posición competitiva en base a lo que nos ofrecen las TIC? Si esto nos parece demasiado difícil y queremos empezar por objetivos más fáciles, ¿por qué no analizar si podemos acortar el time-to-market de los productos actuales de nuestra organización? Casos tan sencillos como el poder eliminar los tiempos de espera del equipo de desarrollo a que producción le facilite la posibilidad de hacer pruebas, están al alcance de la mano y los clientes de EMC lo vienen haciendo desde hace mucho tiempo, por un coste ridículo, si se compara con el beneficio de acortar el ciclo de lanzamiento de un nuevo producto.

Dirigiendo el curso de la empresa en tiempos difíciles requiere preguntarle a TI qué puede hacer para ayudar a reforzar esas competencias clave que cada organización de éxito tiene. Recordemos que las compañías fuertes que sobreviven una crisis se hacen todavía más fuertes y, como en todos los ciclos económicos, los tiempos difíciles llegan a su fin, sobre todo si mantenemos nuestra ilusión y creatividad trabajando sin descanso.

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Redacción TICPymes

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