Muchos autónomos se ven obligados a comenzar su actividad desde casa, hasta que alcanzan unos niveles mínimos de ingresos que les permiten alquilar una oficina. Este tipo de empleo aporta mucha comodidad y flexibilidad en el profesional, que dispone de más libertad y se ahorrará unos cuantos desplazamientos innecesarios.
Sin embargo, también se aprecian una serie de inconvenientes como la soledad, el sedentarismo o la falta de un ambiente adecuado para el desarrollo de las tareas. La agencia Europa Press no da las claves para convertir tu casa en una oficina:
1. Gestión del tiempo. Respeta una rutina para que cada día empieces a trabajar a la misma hora y no prolongases tu jornada laboral más de lo normal.
2. Distinguir lo personal de lo profesional. Trabajar a distancia implica una serie de problemas. Siempre existe la tentación de ampliar la jornada laboral más allá de lo normal, sin llegar a desconectar apenas. Por su parte, los que cuentan con un empleo fuera del hogar tienen más posibilidades para descansar y distinguir entre estas dos facetas.
3. Apoyarse en las tecnologías. Ya no necesitas estar todo el día en casa para realizar tus tareas. Por suerte, las nuevas tecnologías nos permiten realizar el trabajo desde cualquier lugar y a cualquier hora. Además estarás conectado a tus compañeros y superiores, existiendo aplicaciones móviles que te ayudarán a incrementar el rendimiento y la productividad.
4. Organiza una zona de trabajo. Lo adecuado sería contar con un despacho, o con un cuarto en donde tengas tu espacio bien delimitado. De esa forma te concentrarás con más facilidad.
5. No te aísles. Realizar tus tareas desde casa no es sinónimo de aislamiento. Para realizar correctamente tus labores deberías estar conectado con el resto de compañeros de la empresa.
