El gabinete tecnológico de los estudios de arquitectura Fractalia ha llevado auroras boreales y puestas de sol al hotel emblema NH Eurobuilding y al vestíbulo de la Torre Cepsa en Madrid, un proyecto realizado con el reconocido Norman Foster. Ahora ha querido dar un paso más allá y hacer que los visitantes del centro comercial Larcomar, en Lima, Perú, puedan disfrutar de unas vistas dignas del Nautilus. Vistas al Pacífico, a sus mareas, a la riqueza de su diversidad marina, sus olas y sus corrientes. Todo ello a través de realidad aumentada. Es la síntesis del proyecto Oceanoscopio.
A través de la enorme cristalera se podrán contemplar las profundidades marinas en una suerte de interfaz enriquecida con datos, un mirador al océano. Ingeniería creativa da en llamar la empresa española a su labor en esta conjugación entre arquitectura y tecnología que tiene por modelo de negocio.
En esta armonía no falta su sensibilidad con la naturaleza, patente en el proyecto previamente mencionado pero también en la defensa de especies en peligro de extinción. La corporación recientemente finalizaba un proyecto que transgrede los límites de la tecnología, luchando contra la caza furtiva en África. Profundizando en la realidad de un mercado asociado al valor del marfil, elefantes y rinocerontes son objeto de caza y captura de furtivos. Así es que en colaboración con un grupo de inversores Sudafricano y una asociación veterinaria desarrollaron un dispositivo que viste el animal y detecta cuándo es abatido.