El presidente de los Estados Unidos de América no está satisfecho con el presupuesto fijado para 2016 respecto a la financiación de los sistemas gubernamentales de ciberseguridad que asciendo a 14.000 millones de dólares. Así, Obama prevé elevar el montante total en este concepto hasta los 19.000 millones para el año fiscal 2017.
En este aumento, que asciende a 5.000 millones de dólares, 3.100 se destinarían a la modernización de la tecnología de múltiples agencias federales del país. De acuerdo con el inquilino actual del despacho Oval urge la actualización de los sistemas de defensa informática ante el auge del ciberterrorismo del Estado Islámico –entre otros- que ya supone una grave amenaza global. Pero no sólo existe la amenaza yihadista. Los casos de Sony y Target, con masivos robos de datos, hicieron correr ríos de tinta al otro lado del Atlántico.
Asimismo el nuevo presupuesto contempla 62 millones de dólares para captar y sostener a personal altamente cualificado. No en vano, Einstein, el programa de defensa actual de la Administración estadounidense, ha quedado obsoleto.
La Casa Blanca ha creado una comisión dedicada a la ciberseguridad, que se encargará de mejorar sus defensas en los próximos 10 años. Obama también ha creado el Federal Privacy Council, para mejorar la protección de datos y privacidad.