Un año después: las lecciones de gestión que nos ha enseñado la pandemia

Por Charlotte Adams, vicepresidenta de Recursos Humanos de Bonitasoft

Publicado el 14 Abr 2021

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Hace tan solo un año, el mundo tal y como lo conocíamos cambió por completo. Nadie podría haber predicho que 2020 sería el año de una pandemia global, un año en el que nuestras vidas se pondrían en pausa y en el que los negocios echarían el cierre casi de la noche a la mañana.

Durante la última década, muchas empresas habían adaptado su ritmo de trabajo a un mercado acelerado. La repentina necesidad de reorganización y desaceleración fue abrupta y supuso todo un desafío.

Vivir un año de COVID ha arrojado luz sobre la importancia del papel jugado por la cultura corporativa, los valores y el ADN único de cada empresa a la hora de responder a estos desafíos, y el papel que dichos factores desempeñan en la sostenibilidad.

El vínculo social que une a las personas radica en cómo colaboran día a día y rinden bien a lo largo del tiempo. ¿Cómo afrontan tantos imprevistos? ¿Cuál es la estrategia de gestión adecuada? He aquí algunas lecciones que hemos aprendido durante este último año de incertidumbre y dificultades compartidas.

5 lecciones que hemos aprendido de la crisis del COVID-19

  1. La flexibilidad y la confianza son clave: Incluso antes de que la pandemia azotara al mundo, Bonitasoft ya había implementado una política de “trabaja desde cualquier lugar” para todos sus empleados. La idea era dejar que cada empleado decidiera dónde se sentía más eficiente y cómodo mientras trabajaba, ya fuera en la oficina, en casa o en una cafetería. No nos importaba dónde trabajaran siempre y cuando el trabajo se llevase a cabo. ¡Porque la confianza es, sobre todo, aceptar que no se necesita vigilar a las personas para que hagan un buen trabajo! Esto ha demostrado ser una verdadera ventaja para funcionar de forma efectiva a lo largo los múltiples cierres y restricciones al trabajo en espacios compartidos.
  2. La comunicación abierta y la transparencia marcan la diferencia: Cuando todo el mundo se encuentra trabajando en remoto, la comunicación eficaz es, si cabe, más difícil todavía, y al mismo tiempo, tan importante. Comunicar a los empleados las razones de las decisiones de gestión e informarles sobre los resultados (buenos o malos), así como hablar de las dificultades encontradas demuestra ser un factor de motivación que les conecta y asegura que no se sientan aislados en su trabajo diario. Además, la comunicación frecuente y clara les conecta con la empresa y les permite ver un futuro positivo, más allá de los asuntos personales y familiares que también están afrontando. El equipo directivo de Bonitasoft adaptó su comunicación para mantener a los empleados actualizados sobre el impacto que la crisis estaba teniendo en la empresa. Cada dos semanas, enviábamos un correo electrónico informativo u organizábamos una reunión mundial para tratar la situación actual entre todos. A principios de 2021, llevamos a cabo nuestro evento anual para toda la empresa de forma remota, con una variedad de talleres online para fomentar el espíritu de equipo, por ejemplo: cómo preparar cócteles elegantes, formas creativas de reducir los residuos domésticos, un concurso al estilo de la televisión y una sesión de juego online. Cuando la dirección de la empresa es transparente en su comportamiento y comunica con claridad, ayuda a todos a compartir el éxito y a trabajar juntos para superar los numerosos desafíos a los que seguimos enfrentándonos en esta situación de pandemia.
  3. La digitalización es esencial: Esta pandemia ha demostrado a la mayoría de las empresas que necesitan tener una organización adaptada a lo digital. Para hacer frente a este tipo de situaciones -cierres periódicos y necesidad de medidas de distanciamiento social-, contar con una plantilla que cuente con los equipos y las herramientas digitales necesarias para trabajar desde cualquier lugar es fundamental. Elegimos una política CYOD (Choose Your Own Device, Elige Tu Propio Dispositivo), que permite a todos los empleados escoger las herramientas de trabajo con las que se sienten mejor y más eficientes.
  4. La empatía, la atención y la escucha son aún más importantes: Tener en cuenta la situación personal de cada empleado durante esta crisis ha sido muy importante. Esto incluye chequeos frecuentes para evitar el agotamiento y garantizar que se satisfacen las necesidades fuera del trabajo (salud física y mental y consideraciones familiares). Muchos de nuestros empleados han tenido que hacer malabarismos con su trabajo y la educación de sus hijos en casa. Demostrar empatía y escuchar sus preocupaciones y dificultades ha hecho que se sientan escuchados y comprendidos.
  5. La conexión humana sigue siendo vital: Si trabajar desde casa nos ha enseñado algo, es que echamos en falta la conexión humana. Una de las principales fortalezas de cualquier empresa es su equipo. Hemos visto durante el último año lo mucho que las personas se preocupan por los demás y lo que les gusta trabajar juntas. Estar físicamente separados ha hecho que ciertos aspectos sean más difíciles, por lo que tuvimos que idear formas de mantener viva la conexión. Por ejemplo, configuramos un servidor Discord específicamente para el café de la mañana. Los empleados pueden ir a la “sala de café” y charlar entre ellos mientras toman su café matutino. También pedimos que las cámaras estuvieran activadas durante las conferencias para que pudiéramos vernos en las reuniones. Se admiten mascotas y se mima a los niños. Nuestros equipos también han mantenido y adaptado sus rituales diarios y semanales: reuniones diarias de stand-up, programación por parejas, sprints quincenales, etc. Todo ello ha resultado ser extremadamente importante para mantener una sensación de normalidad durante estos tiempos inciertos.

Reflexiones finales

Todavía estamos aprendiendo lecciones de esta crisis. Como empresa, necesitamos reevaluar constantemente nuestros valores, nuestro estilo y frecuencia de comunicación, nuestro equipo y nuestro estilo de trabajo. Aunque todos queremos que esta crisis sea cosa del pasado lo antes posible, debemos recordar todo lo que hemos aprendido para reinventarnos, desarrollarnos y seguir adelante.

Porque, como dijo Sócrates en el siglo V a.C., la vida es un comienzo eterno: “el secreto del cambio es concentrar toda tu energía no en luchar contra lo antiguo, sino en construir lo nuevo”.

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Redacción TICPymes

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