Mensajería móvil, apps y PLV (Publicidad en el Punto de Venta) son las tendencias que experimentan un mayor crecimiento en los dos últimos años. Un análisis de los datos oficiales de Infoadex revelan que, frente a la caída de la publicidad en prensa (- 6% en los últimos dos años), la inversión publicitaria se decanta hacia los llamados ‘medios no convencionales’, entre los que destacan claramente el llamado ‘marketing móvil’ (+18 % en los dos últimos ejercicios) y la PLV (+14% en el mismo periodo).
Aunque en términos relativos el crecimiento de ambas tendencias es similar, desde el punto de vista del volumen de negocio, la PLV destaca como una potente herramienta de comunicación, ya que concentra una inversión exponencialmente más elevada: 1.596 millones de euros, frente a los 1.390 de hace dos años. En cambio, el marketing móvil suma un montante notablemente más modesto: 33,3 millones de euros.
Para Adaequo estas cifras constatan la preocupación de las marcas por obtener un buen posicionamiento allí donde es clave: en el mismo punto donde se produce la venta. El motivo de esta consolidación tiene que ver con la necesidad de las empresas de desplazar la inversión a la ‘trinchera’ donde se libra la batalla decisiva por las ventas: el propio punto de distribución.
“El aspecto, la línea estética, la originalidad o la calidad de los materiales empleados son algunos de los factores decisivos en la captación de la atención del cliente”, explica Rafael González, director de Adaequo. “Las marcas están más atentas que nunca a las nuevas técnicas de venta, y han podido constatar que una campaña de publicidad en prensa o televisión necesita el complemento obligado de una buena venta en el punto”, añade González.
En otras líneas de la difusión de marca, y junto al marketing móvil y la PLV, los datos evidencian también un ‘back to basics’ en la asistencia a ferias y exposiciones, que experimentan un ascenso del 25% en los últimos dos años, así como en los actos de patrocinio, que suben un 14%.
En cambio, se produce una caída estrepitosa de los regalos publicitarios tradicionales (offline), que descienden un 32%, así como en el buzoneo de flyers y folletos, que pierde un 23% en los dos últimos años.
