Un estudio publicado por Startup Genome y Telefónica Digital revela que aunque Silicon Valley sigue siendo el ecosistema de start-ups más grande e influyente del mundo, ya no ejerce la influencia que tenía en el pasado.
En los últimos años han comenzado a aflorar importantes comunidades de emprendedores en Europa, Latinoamérica, Oriente Medio y Asia que comienzan a desafiar el dominio de Silicon Valley en el campo de la innovación tecnológica.
Según el Informe de los Ecosistemas para las Start-up 2012 esta tendencia demuestra que los países están transformando sus economías basadas en servicios en economías impulsadas cada vez más por una nueva generación de empresas de software y tecnología muy ágiles.
Tel Aviv, un ecosistema muy avanzado, es la alternativa principal a Silicon Valley, que junto a comunidades de Nueva York, Los Ángeles, Seattle y Boston convierten a EE.UU. en la sede de cinco de los seis mayores ecosistemas del mundo.
A este lado del Atlántico, Londres es, con diferencia, el mayor ecosistema para las start-up en Europa, aunque su producción sigue siendo solo de un tercio respecto a Silicon Valley.
Fuera de los mercados más tradicionales, el ecosistema para las start-up de Sao Paulo está creciendo rápidamente y genera más puestos de trabajo para la comunidad local que Silicon Valley para su propia comunidad.
El informe concluye que Madrid y Barcelona cuentan con el talento necesario para convertirse en una seria alternativa a Londres o París, las ciudades europeas mejor posicionadas en el ranking, si bien para ello deben reducir la brecha existente con estas capitales europeas en materia de apoyo y financiación. Las dos ciudades españolas figuran entre las semifinalistas en un segundo grupo de otras 20 ciudades con grandes posibilidades de crecimiento en el futuro.