Entre el mobiliario de las aulas cada día es más habitual encontrar ordenadores, tabletas, proyectores, pizarras digitales y pantallas interactivas. Pero la lucha por informatizarse y llevar las últimas tecnologías a los centros educativos es una batalla constante en muchas ocasiones frenada por la falta de recursos. Las pizarras digitales, por ejemplo, ofrecen muchas ventajas: desde conseguir una mayor participación de los alumnos a trabajar con varios alumnos de forma simultánea utilizando desde el dedo hasta los gestos. Pero los precios, sin embargo son una gran barrera de entrada para muchos centros escolares. Una pantalla interactiva puede encontrarse a partir de 2.500 euros, una inversión elevada si se considera que al menos se necesita una por cada aula.
Para hacer más asequible la tecnología a los colegios, el mercado ya ha lanzado distintas fórmulas de financiación o adquisición entre las que se encuentran el renting. El e-renting, muy usado por las empresas para ordenadores u otro tipo de tecnología para oficina, también ha llegado a las aulas y ofrece desde pantallas interactivas hasta tabletas por una cuota mensual que incluye mantenimiento y un seguro. “Se trata de un modelo de pago a plazos que puede ayudar a adquirir el material y facilita la inversión necesaria. Además, permite desgravar fiscalmente el 100% de la inversión. Por otro lado, el renting permite a los centros educativos contar con la última tecnología de forma rápida y fácil puesto que permite cambiar los equipos cada dos años por otros más modernos”, asegura Alberto Rodríguez, director comercial de Tecno-renting.