¿Qué valoración hace de la feria este año en cuanto a asistentes y consecución de objetivos?
Los objetivos que teníamos este año era consolidar tanto la asistencia de profesionales como la presencia de expositores con respecto al año pasado, para mantener un contenido tecnológico suficientemente atractivo y un retorno de inversión también suficiente para los expositores. Vamos, que la crisis no lograra empañar los propósitos de esta feria. Y en general, podemos decir que en cuanto a contenido tecnológico hemos conseguido lo que nos proponíamos. Este año hemos tenido 100 expositores. También es cierto que se han visto reducido los metros cuadrados de la feria, porque este año los expositores han reducido sus presupuestos, pero lo importante es que el visitante profesional ha podido encontrar en la feria un referente tecnológico en 2009 en torno a las redes y tecnologías convergentes.
El hecho de que el año pasado SIMO se cancelara ¿ha beneficiado en alguna manera a SITIAslan?
Nosotros siempre nos hemos caracterizado por ser una feria muy profesional y especializada. Exclusivamente público profesional, expositores profesionales, visitantes profesionales y muy relacionado con las redes y las tecnologías convergentes. Por eso, realmente tampoco nos ha beneficiado. No hemos visto una gran afluencia de expositores procedentes del SIMO, y de visitantes, aunque quizá haya repercutido ligeramente que no se celebrara SIMO, tampoco tenemos la certeza de que provienen de esa feria. Lo importante es que SITI se ha convertido en el referente de tecnologías para la empresa y Administraciones Públicas en España.
¿Cuáles han sido los contenidos más destacados de la feria y que más valor están consiguiendo aportar a los profesionales?
Este año, además del foro tecnológico tradicional, hemos puesto en marcha el foro soluciones para hablar, más que de tecnología, de soluciones que permitan a las empresas mejorar su productividad y competitividad. En ese evento concreto no se habla tanto de la voz sobre IP, sino de las funcionalidades que ofrecen a una empresa, la incorporación de esa tecnología. Y otra cosa que está funcionando muy bien son los casos de éxito. Hay un total de 30 casos de éxito, tanto de la Administración Pública como del ámbito del empresarial a los que está asistiendo una gran afluencia de público.
¿Cuál es el perfil del público asistente?
Nuestro target es sobretodo la empresa y la Administración Pública, pero lógicamente el canal tiene un gran peso dentro de la feria, porque realmente viven de la tecnología y tienen que estar muy actualizados en cuanto a conocimientos que les permitan ampliar su cartera de productos. Más o menos un 60% es canal, y un 40% es usuario final.
¿Qué ambiente se respira en torno a la crisis? ¿Es eminentemente pesimista o se ve la luz a final del túnel?
Realmente, si tienes la posibilidad de conversar con los diferentes directivos que están por las empresas expositoras, y con los profesionales visitantes, la preocupación es más por lo que pueda venir que por lo que se ha sufrido hasta ahora. En general, hasta ahora, por lo que aquí se discute, la crisis no está afectando muy gravemente a la facturación de las empresas. Otra cosa es el temor a que el ritmo cambie estrepitosamente. Nosotros con el mensaje “el verdadero valor de la tecnología’ lo que queremos tratar de transmitir tanto a las empresas, como al canal, el papel que va a tener la tecnología en los próximos años. La economía del ladrillo ha finalizado su ciclo y desde todos los entornos se confirma que la fórmula para mejorar la competitividad y productividad es la implantación de las nuevas tecnologías. Creo que las redes es un área muy importante dentro de las tecnologías y ferias como SITIAslan te permiten ver soluciones que te ayuden a mejorar la competitividad de tu empresa.
Según lo que se está viendo en la feria, ¿Cuáles son las tecnologías de comunicaciones que cambiarán el futuro tanto de la vida doméstica, como de la actividad empresarial?
Lo que se está viendo es que va a haber un cambio. Igual que hubo un cambio hace 20 años que hizo que se hicieran importantes inversiones en autopistas, ahora le ha tocado el turno a las telecomunicaciones. La red tradicional no va a soportar todo ese tráfico y ese contenido que hay que transportar y, por tanto, se tienen que desarrollar redes de nueva generación. En cuanto a aplicaciones, pues por ejemplo desde las Administraciones Públicas se está potenciando el desarrollo de contenidos a través del Plan AvanzaDos. En la feria también hemos podido ver el potencial de tecnologías como la telepresencia, que van a permitir una reducción de costes en viajes de hasta un 50% lo que al mismo tiempo que va a impactar en la reducción de Co2, una de las grandes preocupaciones medioambientales de nuestros tiempos.
¿Cómo estamos en España en cuanto al despliegue de redes de nueva generación? ¿Considera que los pasos que está dando el Gobierno van en la dirección correcta?
España no está donde debería de corresponderle. Se tienen que realizar muchas más inversiones y se tienen que poner en marcha muchas más iniciativas por parte de la Administración Pública. Por ejemplo, ayer se presentó un proyecto de la ciudad de Madrid para el año 2012 en cuanto a redes de nuevas generación para convertirse en un referente a nivel mundial. Son iniciativas que ayudan a que España disponga de esas infraestructuras para poder desplegar las aplicaciones que permitan mejorar la productividad y competitividad de las empresas.
¿Podría hacer una valoración sobre la política del Gobierno en torno a la regularización en el despliegue de las nuevas redes?
[Risas]
¿Ud. qué considera qué es más importante, abrir la vía a la competitividad o asegurar la inversión?
Por motivos políticos no se deberían paralizar inversiones muy importantes que están previstas realizarse por algunas operadoras [en alusión a Telefónica]. Igual que se perdió el carro de la RDSI hace muchos años en España, cuando otros países tuvieron unos despliegues mucho más rápidos y más a tiempo, hoy no puede ocurrir lo mismo con las redes de nueva generación. Tenemos que estar a la altura de esos países que disponen de infraestructuras que permitirán transmitir nuevos contenidos y que nos ayudarán a ser más productivos.