La impresión 4D es una variación de la impresión 3D realizada con materiales especiales, “inteligentes”, que son capaces de adaptarse al entorno con el que interactúan y con capacidad, incluso, para autorrepararse en caso de fallos y roturas. Esto lo pueden hacer gracias a la utilización de materiales que responden a estímulos térmicos, cinéticos, gravitatorios, magnéticos o neumáticos.
Tal y como afirma, Skylar Tibbit, investigador del MIT y especialista en este ámbito: “La impresión en 4D sucede cuando los materiales físicos y biológicos impresos en 3D están programados para que una vez salgan de la plataforma de fabricación, ajusten por sí mismos sus formas o propiedades según la funcionalidad del objeto”.
En lo que a sectores se refiere, la impresión 4D fue pensada para poder dar un paso más allá en el sector de la medicina y la ciencia. De momento, solo se puede esperar para poder ver realmente los éxitos y posibilidades que la impresión 4D puede llegar a dar, ya que, por ahora, solo está empezando.