Si te caes, tiraremos un salvavidas”; “si no sabes nadar, te enseñaremos” pero “tú serás quién encuentre la orilla”. Con esta filosofía, el coaching se ha convertido en una herramienta esencial para reflotar a las pequeñas y medianas empresas ante un mercado incierto y cambiante.
La crisis ha dejado patente que todo aquello que se sabía hasta ahora ya no resulta suficiente y que los proyectos que funcionaron en el pasado están obsoletos. En esta situación, las pymes recurren a unos asesores especialmente entrenados para identificar los puntos fuertes de las compañías, y aquellas áreas que no están desarrollando todo su potencial.
La receta recomendada por los coaches de negocio de ActionCOACH contempla una estrategia de análisis de situación basada en cuatro factores: la gestión de la tesorería, los clientes, los equipos y las estrategias y los sistemas de trabajo. El análisis de estos elementos determinará la situación actual de la empresa y marcará el camino del éxito.
La cartera siempre en el bolsillo. La revisión periódica del estado de las finanzas nos mostrará si las decisiones tomadas han conseguido resultados y nos permitirá cuantificarlos y modificar el rumbo. El cash flow indicará el estado de salud de nuestro negocio que puede estar en una situación comprometida y el empresario no ser consciente de ella. Y ante la situación actual de falta de financiación, es imprescindible incidir en tres áreas clave: la recuperación de la deuda pendiente de cobro, la gestión del capital circulante y la negociación con los bancos.
Ser diferente. Toda empresa debe tener una Característica Única de Venta (CUV) que la haga diferente de las demás y evite tener que competir sólo por precio. Definir nuevas estrategias de marketing rentables, optimizar el enfoque comercial y definir el público objetivo son algunas de las áreas clave para conseguir un incremento en las ventas.
Dueño, jefe, contable y vendedor. En las pymes es frecuente la concentración de tareas en un grupo reducido de empleados y, en ocasiones, se solapan y se dejan de atender cuestiones importantes. ActionCOACH aconseja asignar las tareas según las funciones del equipo y evitar duplicidades. Cada empleado tiene su parcela de responsabilidad y el jefe del grupo debe aprender a delegar al mismo tiempo que se involucra con sus trabajadores. La confianza es esencial para que la empresa funcione y eso sólo se consigue con una buena comunicación y una motivación diaria que empuje a los empleados a cumplir sus funciones.
La guía de viaje. Un plan de negocio, según los coaches, es como una guía de viaje que define la dirección tiene que seguir la compañía. Las empresas deben tener perfectamente definidos el organigrama, los procedimientos de gestión y los planes de acción. Este sistema permitirá al empresario adecuar sus proyectos a cada cliente, cada mercado, a la competencia y a la propia imagen de su compañía.
Los coaches de ActionCOACH apuntan que “nuestro objetivo es realizar un chequeo permanente a las empresas, especialmente a las pymes, para saber en qué se puede mejorar y evitar, así, que los negocios tomen la dirección equivocada. No se trata de imponer un modelo sino de diseñar para cada compañía su propio sistema personalizado. No todas las estrategias funcionan en todas las empresas y, por eso, hay que buscar en cada una de ellas lo que las hace diferentes y fuertes en el mercado”.