Sánchez Torres explicó que el alarmante incremento del precio de la gasolina, que se ha encarecido un 4% en lo que va de año debido al conflicto en Libia y nuestra alta dependencia energética, traerá consigo un mayor repunte de la inflación y una previsible subida de los tipos de interés a corto plazo que puede retraer la demanda.
Esta situación es especialmente delicada para el sector de la automoción, ya que un endurecimiento de las condiciones de financiación daría «el golpe de gracia» a unos concesionarios cuyas ventas y adquisiciones de stock dependen casi por completo de la concesión de créditos; actualmente, ocho de cada diez compras de vehículos precisan de financiación.
Asimismo, el responsable de Ganvam y miembro de la Junta Directiva de la CEOE mostró su preocupación por las consecuencias que puede tener sobre el mercado la escalada del desempleo y que, según el propio Banco de España, no comenzará a descender hasta la segunda mitad del año.
«La pérdida de empleo está dañando la confianza de las familias, retrayendo el consumo, lo que probablemente se traducirá en un menor número de ventas en el canal de particulares. El entorno de subidas del Euríbor y precios de las energías en general unido a la pérdida de poder adquisitivo por la congelación y rebajas salariales no ayudan», explicó.
Asimismo, Sánchez Torres recordó que la entidad emisora rebajó recientemente las previsiones de crecimiento económico para este año hasta el 0,8%, medio punto por debajo de lo esperado por el Gobierno. «Esta dato es importante si tenemos en cuenta que la recuperación del sector no depende tanto de planes de ayuda concretos como a veces se quiere hacer creer, sino de la buena marcha económica del país», apuntó.
Este conjunto de circunstancias negativas hace prever un recrudecimiento de la situación económica que podría llevar a Ganvam a revisar a la baja sus previsiones de ventas para 2011, con un mercado inferior a las 900.000 matriculaciones, casi la mitad de los volúmenes previos a que estallara la crisis. Sólo el comportamiento positivo de las ventas a empresas y rent a car puede compensar el descalabro de las compras de particulares y evitar una caída del mercado a niveles históricos.