Big Data y el nuevo empleo

Jose Luis Blanco Cedrún, profesor de Spain Business School

Publicado el 01 Feb 2018

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De todos es sabido que la cuarta revolución industrial ha traído consecuencias a las que todavía no hemos sabido adaptarnos: ha cambiado nuestra forma de comprar, de entretenernos, de manejar nuestras finanzas, de informarnos, incluso de comunicarnos. Y, de esta revolución, hay algo que ya sabemos: tiene mayor alcance y se está produciendo a mayor velocidad que las anteriores.

Un informe de Ericsson de hace ya unos años, predecía que, en el año 2020, iba a haber más de 50.000 millones de dispositivos conectados, por lo que más o menos tocamos a seis dispositivos conectados por persona (móvil, ordenador, Smart TV, vehículo autónomo, Tablet y wearables. ¿Ves? ¡no es tan difícil sacar seis!).

Si solo con uno de los dispositivos generamos miles de millones de datos, con seis cada uno de nosotros la cifra se convierte en espectacular, incluso apabullante.

Hay datos por todos los sitios. La red está saturada de ellos, datos valiosos para las empresas. Según IBM, cada día se generan 2,5 trillones de bytes de información.

Muchas empresas se están perdiendo la oportunidad de sacar provecho a sus datos, aunque cada día son más las que están subiéndose al carro del Big Data y para el 2018 la subida será más “efusiva”.

El Big Data dota de muchas ventajas a las organizaciones. A mi particularmente hay dos que me parecen fundamentales: el poder analizar tanto datos estructurados como no estructurados, y el poder tomar decisiones de forma rápida y eficaz, gracias a que parte de los datos provienen de fuentes en tiempo real.

Lo considero vital para la estrategia y gestión de las compañías.

El Big Data es aplicable en todos los sectores y a todos los niveles, pero como en todo, hay unos más espabilados que lo han visto mucho antes y que ya se están aprovechando de sus ventajas, como el de la moda, el de la belleza, el bancario, el turístico, el de la comunicación…, otros que están en ello y los que hasta que no vean sus virtudes, no se lanzan. Creo que el próximo año vamos a ver un despunte importante en el sector del motor, sobre todo el automovilístico y en el farmacéutico, entre otros. Por ello, si ahora hay escasez de perfiles en Big Data, en poco tiempo la demanda se va a multiplicar o incluso triplicar para los próximos años.

Este tipo de perfiles tendrá que ser capaz de analizar de forma rápida y eficaz los datos recolectados por las empresas. Deben encontrar la “información oculta”, los patrones recurrentes o las nuevas correlaciones… y gestionarlos eficientemente para que las empresas salgan, no solo airosas sino triunfantes, de la vorágine competitiva en la que nos encontramos.

Algunas de las ventajas que consiguen las empresas con el Big Data es conocer mejor a sus clientes, a sus empleados, incluso a los productos o servicios que deseen hacer un seguimiento. Con esta información se puede segmentar a los clientes, tratarlos de forma personal, con ofertas adaptadas a sus necesidades y preferencias.

En cuanto a la empresa, la digitalización de los datos y el manejo de las herramientas necesarias por parte de los trabajadores también favorece la fluidez y la accesibilidad de la información.

Un perfil analista web/ big data debe saber manejar diferentes herramientas. Actualmente tenemos a nuestro alcance varias, como pueden ser Google Analytics, Adobe Sitecatalyst, Report and Analytics, Comscore o Excel para analistas.

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Redacción TICPymes

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