9 claves para emprender en biotecnología

Enseñar la visión empresarial a los estudiantes de ciencias es un complemento fundamental en la formación universitaria, con el objetivo de favorecer la creación spin-off’s de éxito que ayuden al desarrollo tecnológico de nuestro entorno.

Publicado el 08 Jul 2021

29484_19

Pilar de la Huerta proporciona en Emprender en biotecnología una completa hoja de ruta con ejemplos prácticos y consejos para poner en marcha una empresa o un negocio de biotecnología y pasar del laboratorio al mercado de capitales. Porque no hay recetas mágicas para crear empresas con éxito, pero sí hay caminos que nos ayudan a tener unas bases sólidas para conseguirlo.

La ciencia es básica para que la humanidad avance, y la ciencia aplicada es fundamental para que los países y sociedades generen riqueza. Siempre los países lideres del mundo han sido los mas avanzados desde el punto de vista tecnológico. Desde Roma hasta nuestros días, pasando por el antiguo Egipto, el liderazgo de estas grandes sociedades ha estado firmemente apoyado en innovaciones tecnológicas al servicio de los ciudadanos.

España no ha sabido entender la necesidad de trasladar el conocimiento y avance científico hacia aplicaciones prácticas que den soluciones a la sociedad. Este movimiento no ha sido prioritario para los gobiernos de distintos tintes políticos a lo largo de los años, y probablemente ese sea el motivo de que nuestro potencial no se vea reflejado en el tejido empresarial del país.

En este sentido, es fundamental romper esta dinámica y favorecer la inquietud emprendedora de los científicos. Enseñar la visión empresarial a los estudiantes de ciencias es un complemento fundamental en la formación universitaria, con el objetivo de favorecer la creación spin-off’s de éxito que ayuden al desarrollo tecnológico de nuestro entorno.

Cada vez más universidades españolas son conscientes de que las carreras englobadas en el área de “ciencias” necesitan asignaturas que complementen la formación de sus alumnos en otras áreas como son las humanidades y la visión empresarial. El mundo anglosajón hace años que entendió esta necesidad, nosotros vamos un poco tarde con esta aproximación, pero la buena noticia es que ya estamos fluyendo en este sentido.

Pero montar una empresa de éxito no es tener un buen proyecto científico. Hay muchas otras variables que hay que considerar para convertir la ciencia en una solución para la sociedad por la que haya terceros interesados en pagar, y, por lo tanto, se genere un negocio con capacidad de generar empleo y valor.

¿Cuáles son los elementos fundamentales que un investigador con vocación emprendedora debe conocer?

  1. Definir bien cuál es el objetivo para montar una empresa. Las empresas se crean para ganar dinero, para generar beneficio económico. Si este no es nuestro objetivo, una empresa no es la respuesta.
  2. El proyecto tiene que aportar una solución a un problema. Las empresas lanzan servicios o productos que cubren una necesidad y la sociedad ha de estar dispuesta a pagar por dicha solución. Si solo planteo un problema, no aporto nada que modifique la solución actual al problema, o nadie esta dispuesto a pagar por la solución, el valor de mi proyecto en términos de mercado es inexistente.
  3. Hacer una buena protección intelectual de lo que se desarrolle. Por muy interesante y mucho mercado que tenga un descubrimiento, si lo puede copiar cualquiera, el valor es mucho más reducido.
  4. Elegir bien al equipo y a los socios. Un buen proyecto en manos de un mal equipo no suele llegar a éxito, un proyecto mediocre en manos de un excelente equipo tiene grandes posibilidades de triunfar.
  5. No minusvalorar los aspectos que no son técnicos del proyecto. Hay que elegir un buen equipo de colaboradores que nos cubran las áreas en las que el emprendedor no es un experto.
  6. Dimensionar de forma realista el dinero y el tiempo que se va a necesitar para llegar al siguiente hito de valor. No ser realista solo genera frustraciones y sensación de fracaso, cuando la realidad puede ser otra muy distinta.
  7. Utilizar todas las fuentes de financiación no dilutivas a fondo perdido (mecenazgo tecnológico, ayuda a contratación de doctores, etc.) antes de buscar fuentes de financiación dilutivas.
  8. Nunca utilizar las ayudas públicas como un fin en sí mismo, especialmente si son préstamos reembolsables. La prioridad y el foco de la empresa han de ser el proyecto no las ayudas.
  9. Es muy importante saber comunicar y vender lo que la empresa va a desarrollar para captar el interés de inversores. Si el equipo fundacional no cuenta con estas capacidades, hay que buscar un asesor que sí las tenga.

Empresa y ciencia han de entenderse y valorarse recíprocamente. Son áreas complementarias y los países que han conseguido vincular ambas visiones de forma cooperativa son los que actúan de máquinas tractoras del resto del mundo. España ha de trabajar en fomentar esta comunicación y entendimiento para poder consolidarse como potencia real en la sociedad actual.

¿Qué te ha parecido este artículo?

Tu opinión es importante para nosotros.

T
Redacción TICPymes

Artículos relacionados

Artículo 1 de 4