Jornada reducida y continuada, controles de acceso… las claves de la vuelta a la oficina

La vuelta a la oficina después de ocho semanas de teletrabajo va a estar marcada por la distancia de seguridad y, por tanto, por la necesidad de una mayor superficie útil en las oficinas y una nueva distribución de los espacios

Publicado el 12 May 2020

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Cuando el pasado 14 de marzo, el Gobierno decretó el estado de alarma con el objetivo de contener la propagación del COVID-19 y evitar el colapso sanitario, la mayoría de las empresas nacionales se vieron forzadas a instaurar el teletrabajo. Esta situación marcó un antes y un después, pues hasta ese momento, y según recoge un estudio llevado a cabo por el Adecco Group Institute, en el último trimestre de 2019, sólo un 7,9% del total de ocupados del país afirmaba trabajar al menos una vez a la semana desde casa.

Hoy en día, y transcurridas ocho semanas de confinamiento, el trabajo en remoto ha pasado a ser la primera opción tanto para empleados como para empresas de todo el país. No obstante, una vez pasado el pico de la pandemia, es el momento de volver de manera progresiva a una nueva normalidad. En este contexto, el Grupo Adecco, líder mundial en la gestión de RR HH, ha elaborado una guía para garantizar una vuelta a la oficina segura a nivel sanitario, pero también emocional y social.

Distancia de seguridad

Esta nueva realidad, marcada por las medidas de desescalada que ha impulsado el Gobierno, viene definida, en primer lugar, por la distancia de seguridad. Una distancia de seguridad que, según Carlos Viladrichexige una urgente adecuación de los centros de trabajo que va a impactar tanto en la necesidad de una mayor superficie útil en las oficinas, como en una nueva distribución de espacios, limitación del uso de las zonas comunes, flujo de desplazamientos en los edificios, etc.”.

Entre las medidas que harán que esta vuelta a la oficina después del teletrabajo no ponga en riesgo la salud de los empleados, destacan el mantener la distancia de seguridad de 2 metros con los compañeros de trabajo, no utilizar los ascensores en la medida de lo posible y evitar gestos como besos, abrazos o darse la mano.

No compartir dispositivos entre compañeros y evitar las reuniones

Además, es importante no compartir ordenadores, teléfonos o cualquier otro dispositivo con otros compañeros, así como evitar en la medida de lo posible las reuniones presenciales.La mejor opción son las video conferencias, aunque sea en el mismo edificio”, explica el director de Recursos Humanos del Grupo Adecco: “Si esto no fuera una opción, hay que garantizar la distancia de seguridad y la limpieza de las superficies antes y después de la reunión”.

Controles de acceso a la oficina

Adicionalmente, esta distancia de seguridad ha de ser completada con nuevos y rigurosos protocolos. De este modo, se han de intensificar los controles de acceso a la oficina y escalar los horarios de entrada y salida para evitar las aglomeraciones. El aforo de los espacios comunes deberá estar limitado.

Mayor frecuencia en la limpieza

Algunas de las conductas de higiene que van a pasar a formar parte de la rutina laboral, además de las ya básicas como evitar tocarse la boca, la nariz y, los ojos, son una mayor frecuencia de los trabajos de limpieza en áreas comunes como el centro de impresión y el uso de toallitas desinfectantes desechables en la zona de las máquinas vending, por ejemplo. También va a pasar a ser fundamental dejar las mesas sin papeles ni elementos que puedan dificultar la limpieza de las superficies y una ventilación natural frecuente -en caso de que no sea posible, será necesario incorporar un sistema de renovación de aire permanente-, así como una mayor asiduidad en el tratamiento de residuos.

Jornada reducida y continuada

Además, en las primeras fases de esta vuelta a la oficina se aconseja el trabajo presencial en jornada reducida y continuada. De este modo, se evitarán las pausas que son, normalmente, sinónimo de interacción, contacto y, por tanto, riesgo de contagio.

Durante esta reincorporación paulatina, las pausas deberán gestionarse de manera progresiva. No obstante, la gestión de estos paréntesis para desconectar ha sido más compleja en el teletrabajo, ya que tienden a confundirse el ámbito familiar y el laboral en tiempos e, incluso, en espacios.

Más flexibilidad

Además de haber sido clave durante el confinamiento, el teletrabajo va a seguir siendo la solución para aquellos centros de trabajo que no tengan la superficie suficiente como para mantener las distancias de seguridad.

En términos generales, la adopción de medidas de flexibilidad con alternancia de equipos trabajando en remoto y otro en la oficina va a ser fundamental dentro de esta nueva normalidad. También, flexibilidad a la hora de establecer horarios de entrada y de salida y para evitar que los trabajadores, sobre todo aquellos que tienen más miedo al contagio y que hacen uso del transporte público, tengan que llegar a la oficina en hora punta. Asimismo, puesto que los colegios y guarderías aún estarán cerrados, se aconseja ser flexibles con aquellas familias con hijos.

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Redacción TICPymes

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