¿Qué retos enfrenta la economía española?

La caída de la exportación, la subida del petróleo o el endurecimiento de los bancos para la concesión de las hipotecas, forman parte del cúmulo de riesgos que amenazan a España con una nueva crisis

Publicado el 07 May 2019

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Según explica Eduardo Molet, consultor inmobiliario de entidades financieras españolas y extranjeras, y fundador de Red Expertos Inmobiliarios y del instituto de formación inmobiliaria IFEM, a partir del mes de julio la venta de inmuebles empezará a decaer y los precios, en consecuencia, bajarán.

Y es que Indicadores del Ministerio de Economía alertan que España puede pasar de una actual desaceleración de la economía a una nueva recesión. Según datos publicados, las exportaciones cayeron un 1,3% en enero, y de hecho actualmente, los principales compradores de España están comprando en menor medida, como es el caso de Italia, Alemania y Reino Unido, siendo el contagio inevitable.

Asimismo, el turismo descendió en 2018 (principal indicador de la economía española) y las previsiones para el presente año no auguran que la tendencia vaya a mejor. Igualmente sucede con el petróleo, que continua subiendo y está ahora en casi 74 dólares el barril. En opinión del experto, y en lo que se refiere a la adquisición de vivienda, los bancos anuncian el endurecimiento de sus condiciones, subida de comisiones y aumento de barreras para el acceso a la hipoteca. Esto provocará que disminuya el número de compradores y por tanto que los precios bajen.

Equivalentemente, los grandes promotores están vendiendo antes de finalizar las obras para asegurarse los precios altos del momento. El Brexit está motivando que algunos promotores pongan a la venta proyectos de promoción residencial de obra y un porcentaje importante de preventas. “Están recibiendo menos financiación y prefieren ganar menos “a tiempo” que no vender. Como ya pasó en la anterior crisis en la cual vivimos obras fantasmas en medio de las ciudades”, asevera Molet.

Asimismo, en Madrid los precios ya han alcanzado sus máximos tras una larga y lenta subida de los últimos tres años. Por ello, el mejor momento para vender es entre abril y julio. A partir de julio la venta de los inmuebles empezará a decaer y los precios, por ende, tenderán a bajar.

“Si a la deceleración de la economía española le sumamos el descenso en el volumen de concesión de hipotecas de los bancos, unido al descenso tradicional de las ventas a partir de julio, prevemos una tormenta perfecta que amenaza con golpear fuerte el mercado inmobiliario. Bajarán los precios de todos los inmuebles y tenemos que adelantarnos ante un cambio de tendencia y ajustar los precios a la nueva realidad” añade Molet.

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Redacción TICPymes

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