Kutxabank aprecia entre las pequeñas y medianas empresas clientes una clara vocación por mejorar sus estructuras empresariales y de implementar nuevos planes de inversión. Así se desprende de los datos de formalización de inversión crediticia obtenidos por ‘Kutxabank Empresas’ en 2018.
Durante el pasado año, Kutxabank superó por primera vez los 2.600 millones de euros en operaciones de financiación a Pymes, lo que supone un crecimiento del 11,3%. En el análisis de esta evolución, llama la atención la curva ascendente que mantiene el Banco desde 2014 en la financiación, tanto por importe como por número de operaciones, ya que se han obtenido crecimientos de dos dígitos en cada uno de los últimos cuatro ejercicios, lo que refleja la consolidación gradual de un nuevo ciclo económico.
En la actualidad, una gran parte de las Pymes clientes de Kutxabank se encuentra inmersa en procesos de renovación de su maquinaria productiva a través de la transformación digital, en línea con los desafíos de la ‘industria 4.0’.
Esta revolución tecnológica explica que la financiación destinada a mejorar su capacidad productiva haya crecido un 24,1%, impulsada por la iniciativa ‘Makina Berria’ que se lleva a cabo en colaboración con las tres patronales vascas.
Por líneas de actividad, las operaciones de financiación de activo fijo y equipamientos aumentaron un 12%, un 11,1% las de circulante, directamente ligadas a la evolución de las ventas. Estas tres rúbricas también reflejan una continua línea ascendente en los últimos ejercicios. En el caso del activo fijo, dicha evolución casi triplica los datos de 2014.
Expansión internacional
En este contexto de incertidumbre geopolítica, y a pesar de las dudas generadas en torno a la industria de la automoción por la crisis del diésel, la actividad industrial de las compañías clientes de Kutxabank ha tenido en los mercados internacionales uno de sus principales alicientes.
El negocio exterior de las empresas que operan con Kutxabank Empresas –compañías con facturaciones anuales superiores a los 600.000 euros–, volvió a crecer en 2018, y el aumento de las operaciones en el extranjero se vio reflejado en un importante avance en la contratación de la financiación de comercio exterior, que creció un 10,2% interanual, y se suma a los sucesivos crecimientos registrados desde 2013.
