Michael Page anticipa cuáles serán las prioridades de las compañías durante el nuevo año a través del último Barómetro Global del CFO y Líderes Financieros, para el que se ha contado con la participación de 2.847 dirigentes de 70 países diferentes.
A escala global, la optimización de costes es descrita como la primera prioridad a considerar por una organización según un 61,1% de los encuestados. Esta estrategia permite crear liquidez mediante el ahorro, pudiendo lograr la empresa mayor rentabilidad y crecimiento a largo plazo. Tras ésta, la optimización de procesos se sitúa como la segunda prioridad para el 59,6%, e implica el incremento de la calidad del producto o servicio ofrecido a través de la inversión en capital humano y recursos. Sin embargo, con la incertidumbre imperante en los mercados financieros y los bajos tipos de interés a nivel mundial, las actividades relacionadas con fusiones y adquisiciones empresariales, así como la implantación de medidas de responsabilidad social corporativa, son las prioridades con menor importancia para los directivos consultados.
Una de las variables que influyen en dichas prioridades y también en las posibilidades de inversión de una compañía, es el índice confianza de la misma. Éste depende directamente del contexto económico imperante en los mercados regionales o nacionales. Así, tras los últimos datos macroeconómicos registrados, que apuntan hacia un incremento del producto nacional bruto mundial y a la salida de la recesión, las empresas se muestran más optimistas, y el 68% de los participantes en el estudio manifiesta gran confianza en la buena salud y resistencia de los mercados en los que operan sus compañías.
Los países más optimistas sonReino Unido (83,5%) yAlemania (81,8%). Por su parte, en España, que todavía se encuentra en plena recuperación económica, solo el 61,4 % de los directivos muestra seguridad ante la futura posición y fortaleza de su compañía. Por sectores, los responsables financieros de las empresas de transporte y comunicaciones son los que muestran menos confianza, siendo los más optimistas los profesionales vinculados al sector sanitario y a banca y servicios financieros.
Por otro lado, según los resultados del barómetro, la edad de los directivos y responsables financieros influye indirectamente en el establecimiento de las prioridades empresariales. “Un 36,5 % de los directivos financieros con edades comprendidas entre 50 y 54 años concede gran importancia a la gestión de los riesgos financieros. Asimismo, asumen también mayores responsabilidades estratégicas. Por ello, no es de extrañar que sólo el 14% de los líderes financieros menores de 35 años desempeñe un rol determinante en este tipo de operaciones”, apunta Jaime Delgado, Executive Manager de Michael Page Finanzas.
El tamaño de la empresa también incide en las prioridades de los encuestados. Así, la mayoría de las sociedades pequeñas, que cuentan con menos de cien empleados, consideran la gestión de liquidez y flujos de efectivo como prioridad absoluta (58%). Sin embargo, las empresas de mayor capacidad, que presentan entre 1.000 y 4.999 empleados, sienten más preocupación por la implantación de sistemas de planificación empresarial o ERP (28%) y por las fusiones y adquisiciones (27,4%), a diferencia de las que cuentan con más de 5.000 empleados y están dotadas de grandes departamentos financieros, que otorgan prioridad a la optimización de procesos, constituyendo el 70,7% de las respuestas.