La formación liderada por Pablo Iglesias registró hace unos días en el Congreso una proposición no de ley con la que pide derogar el contrato indefinido de apoyo a los emprendedores, la medida estrella del ejecutivo de Mariano Rajoy tras la reforma laboral de 2012.
Con este contrato -que se puede realizar hasta que la tasa de desempleo se sitúe por debajo del 15% y que tiene como requisito que la empresa tenga menos de 50 trabajadores en el momento de la contratación- se ofrecen bonificaciones a aquellos que se comprometen a mantener al empleado, al menos, durante tres años, con un periodo de prueba de 12 meses. Una medida que busca fomentar la creación de empleo por parte de autónomos, emprendedores y pymes, debido al gran peso de estos negocios en nuestro tejido empresarial.
La formación morada critica que ampliar por un año el periodo de prueba facilita al empresario el despido unilateral y lleva a los trabajadores a asumir riesgos, lo que, según ellos, precariza las condiciones laborales.
El contrato ha beneficiado especialmente a los empresarios, los cuales «gozan de cierta estabilidad y pueden mantener la plantilla y cumplir con las obligaciones fiscales», apuntan desde la gestoría Gesys. Sin embargo, en el caso de los nuevos emprendedores ha generado «confusión y miedo porque muchas de las empresas que se benefician de él no aumentan su plantilla, sino que lo renuevan cada vez que han cumplido con el tiempo establecido».