Atrás quedó esa época en la que todo el mundo usaba Internet Explorar. Microsoft anunció hace unos meses que dejaría de dar soportes a las versiones anteriores a la 11 de su navegador y todo para recomendar Edge, con el que pretende plantar cara a Firefox y Chrome, que durante los últimos años no han parado de comerle terreno.
Chrome ha alcanzado el 41,71% de cuota de mercado, superando levemente a Explorer (41,37%), y a mucha distancia del Firefox de Mozilla (10,06%), el Safari de Apple (4,47%) y Opera (2,01%), según la última oleada de abril pasado realizada por la web especializada NetMarketShare.
Siete años después de su puesta en marcha, Google se ha impuesto también en los escritorios de los ordenadores con su Chrome, como ya he hecho en el de los móviles con su sistema operativo Android. Aunque la percepción popular es que el Explorer ya había caído en desuso, lo cierto es que seguía liderando el mercado precisamente por el dominio que tiene Microsoft de los sistemas operativos de PC y portátiles gracias a su Windows (88,7%, según NetMarketShare) que, dada la preinstalaicón lleva a seguir usando por inercia el navegador nativo.