La asignatura pendiente de los coches autónomos es sin duda evitar accidentes, choques con otros vehículos, atropellos o cualquier otro tipo de percance. Drive.ai, una start-up con sede en California, ha tenido una idea para mantenerlos ilesos – a ellos y a los demás- y es basarse en la Inteligencia Artificial empleando una comunicación por medio de emojis y sonidos fácilmente identificables que solventen las dudas en situaciones de tráfico sin regulación.
Según informa The New York Times, Drive.ai apuesta por incorporar una pantalla LED en la luna delantera y otra en la trasera de los vehículos que muestren iconos como, por ejemplo, un peatón andando si el vehículo se topa con un viandante que esté cruzando la calzada.
La tecnología que se empleará para ello recibe el nombre de «Deep learning («Aprendizaje profundo»), la cual en la actualidad goza de gran popularidad entre las empresas de Sillicon Valley para desarrollar tareas como la comprensión de la voz humana o el reconocimiento de objetos.
Drive.ai se centrará en el desarrollo de esta tecnología a fin de aliarse en un futuro con empresas de paquetería o de servicios de transporte como Uber que apuesten por una comunicación máquina-humanos más fluida.