La capacidad de adaptación (liquidity) destaca como el reto principal del talento. Así lo afirma un 66% de los directivos españoles, según el estudio “Soft Skills 4 Talent” de Human Age Institute.
Estamos hablando de la capacidad de adaptarse de forma rápida a una organización, tener un perfil transversal y ser capaz de realizar diversas tareas. El enfoque sobre el talento que mejores resultados dará en el futuro se basa en la “capacidad de adaptación”, la cual se expresa en la capacidad de adaptarse a un entorno organizacional transversal y fl exible. Para hacer frente a esta volatilidad y constante cambio, unido a un creciente desajuste de talento que incrementa paulatinamente las dificultades de encontrar los perfiles adecuados, los directivos aseguran centrar sus esfuerzos y recursos en fidelizar (un 40%) y desarrollar a sus profesionales (un 26%).
Otra de las principales conclusiones del informe es que las pequeñas y medianas empresas comparten un alto nivel de concienciación sobre las competencias clave. Esta concienciación no se limita al departamento de RR.HH.
El perfi l ideal es diverso y se basa en una combinación de competencias pragmáticas, de tangibilidad y de trabajo en equipo. Las habilidades más relacionadas con el talento son la resolución de problemas, la orientación a objetivos y la colaboración.
En cuanto a las competencias sociales, también poseen una dimensión transversal clave y, por tanto, resultan de interés para todas las generaciones. La generación de los millennials está especialmente unida a las competencias digitales. Las empresas de hoy valoran en gran medida este tipo de competencias, ya que son útiles para afrontar los desafíos competitivos que presentan los diversos sectores y mercados. • Independientemente de la concienciación que exista sobre el conjunto de habilidades competitivas que conforman la evaluación, fi delización e impulso del talento, constituyen un reto para el futuro.