El director provincial de Economía, Empresas y Empleo, Óscar Martínez, y la directora provincial del Instituto de la Mujer, Gracia Canales, han inaugurado el curso “Asesoramiento para el Autoempleo y el Emprendimiento” que ya ha comenzado a impartirse en Cuenca.
El objetivo del curso es preparar a los empleados públicos para asesorar a los emprendedores sobre el Plan de Autoempleo puesto en marcha por el Gobierno regional y las diferentes líneas de ayuda a su alcance.
Son 22 los empleados públicos de la provincia de Cuenca, entre orientadores laborales, personal de las oficinas del Plan Adelante, personal de las oficinas de empleo y técnicas de los Centros de la Mujer, los que asisten a este curso, que también se van a desarrollar en las cinco capitales de provincia de Castilla-La Mancha con el objetivo de prepara a los empleados públicos para asesorar a los emprendedores sobre el Plan de Autoempleo y sus diferentes ayudas, según recoge el Liberal de Castilla.
Martínez ha recordado que el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page firmó con los agentes sociales el Plan de Autoempleo, Creación de Empresas y Emprendimiento, que está dotado con 45 millones de euros y permitirá la creación de unos 20.000 puestos de trabajo en los próximos tres años.
Además, este programa del Plan Adelante también contempla una orden de ayudas con carácter retroactivo para aquellos emprendedores que iniciaron su actividad desde septiembre de 2014, unas ayudas que han solicitado más de 7.000 personas en Castilla-La Mancha.
Por su parte, la directora provincial del Instituto de la Mujer ha destacado el compromiso del Gobierno Regional de Castilla-La Mancha, materializado en la presencia del Instituto de la Mujer en el Consejo de Gobierno, ello ha hecho que todas las áreas del mismo estén bajo la lupa del Instituto, y que por lo tanto se puedan llevar a cabo políticas que respeten los derechos entre iguales.
En este sentido, ha afirmado que una de las áreas donde mas frutos se están recogiendo es en empleo, donde por ejemplo casi el 50 por ciento de las personas contratadas en el Plan Extraordinario de Empleo han sido mujeres, priorizando a aquellas que son víctimas de violencia de género.