Hace años que nos encontramos en la era digital. Con cada avance, más lejos parecemos estar de esa sociedad en la que todos los procesos debían realizarse manualmente. La tecnología siempre ha tenido un papel clave en el desarrollo de la humanidad, aunque cuesta encontrar un momento en la historia en el que una de ellas -en este caso, la inteligencia artificial- haya ocupado un espacio tan importante en sectores tan diferentes como la medicina, el ejército, la educación o el automovilismo.
Sin embargo, sus usos no terminan aquí. Imaginar un casino atendido por robots nos sirve para entender el papel que tendrá la IA a partir de ahora. Durante la pandemia del coronavirus, nos hemos acostumbrado a hacerlo todo online. El teletrabajo no solo se ha limitado a hacer reuniones por videoconferencia, sino también a comunicarnos así con departamentos de nuestra empresa como los Recursos Humanos.
Sería algo inocente pensar que esto terminará con la llegada de la normalidad. Precisamente el sector de la contratación laboral ya ha empezado a beneficiarse de la instauración de la inteligencia artificial en sus procesos y seguirá haciéndolo. Confiar tanto en la digitalización puede apartar a aquellos con un nivel de conocimiento de las TIC más limitado, pero no cabe duda de que el trabajo de RRHH resulta mucho más fácil con el apoyo de la tecnología.
Si algo nos ha enseñado el confinamiento es que la implementación de la inteligencia artificial puede ayudar enormemente en tareas como el procesamiento de nóminas y solicitudes de trabajo, la gestión de planes de formación para la plantilla, el análisis de datos o el seguimiento de la carrera profesional de los empleados. En esta época de distanciamiento social, las empresas también se han dado cuenta de los beneficios de usar la firma biométrica en los contratos.
Esta nueva era para el mundo laboral le ha abierto las puertas a emprendedores de todo el mundo a buscar soluciones que consigan aprovecharse de la tecnología más vanguardista. Es el caso de la empresa chilena Genomawork, que utiliza tanto la inteligencia artificial como los principios de la neurociencia para saber identificar el candidato ideal para un puesto de trabajo. Ello se hace mediante un juego que determinará si posee las habilidades cognitivas necesarias o no.
Obviamente, el toque humano es todavía necesario dentro del mundo de la contratación laboral, ya sea a la hora de ofrecerle el trabajo a alguien o de gestionar un problema dentro de la oficina. No obstante, los departamentos de RRHH realizan procesos casi mecánicos que podrían automatizarse. El éxito recae en saber encontrar el equilibrio.
