Lo que se nos viene encima

El envejecimiento de la población, la automatización y la creciente desigualdad podrían generar la mayor disrupción de los últimos 60 años.

Publicado el 09 Feb 2018

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Se avecina una tormenta perfecta para las empresas globales: la combinación del envejecimiento de la población, la adopción de nuevas tecnologías de automatización y el aumento de la desigualdad podrían colisionar y desencadenar la mayor perturbación que ha experimentado el mundo en los últimos 60 años. El nuevo informe de Bain & Company Labor 2030: The Collision of Demographics, Automation and Inequalityseñala que el impacto de estas fuerzas a principios de los 2020 podría encender una gran transformación que se desarrollará durante varias décadas. Los líderes empresariales deben enfrentar el reto de poner estos cambios en contexto mientras consideran los efectos en sus empresas, sus industrias y la economía global.

“Las empresas y los inversores lidian constantemente con las condiciones cambiantes”, dijo Karen Harris, directora general del grupo de tendencias marco de Bain & Company y autora del informe.“Sin embargo, nuestra investigación apunta a un nivel inusual de volatilidad en las próximas décadas debido a estas tres fuerzas: la demografía, la automatización y la desigualdad. Se combinarán de diferentes maneras, a veces se reforzarán mutuamente, a veces se compensarán mutuamente, y dificultarán predecir cómo evolucionará el entorno empresarial “.

La era del trabajo abundante está llegando a su fin

La abundancia de trabajo que ha impulsado el crecimiento económico desde la década de 1970 -impulsada por la incorporación de las mujeres al mercado laboral, la apertura de China e India y la generación de los baby boomers– se está reduciendo. La mayoría de la población activa mundial está envejeciendo rápidamente, lo que está desacelerando el crecimiento de la fuerza de trabajo. En EE. UU., Por ejemplo, Bain anticipa que el crecimiento de la fuerza laboral disminuirá a un ritmo de un 0,4% por año en el 2020. La desaceleración en el crecimiento de la fuerza de trabajo en los países de la OCDE podría resultar en un déficit del PIB de 5,4 billones de dólares para 2030.

A medida que el tamaño total de la fuerza de trabajo se estanca o disminuye en muchos mercados, el impulso del crecimiento económico debería disminuir. Si lo hace, los gobiernos se enfrentarán a grandes desafíos, incluidos los crecientes costes de la atención médica, las pensiones de jubilación y los altos niveles de deuda. En el lado positivo, los bajos salarios de los trabajadores de mediana o baja cualificación en las economías avanzadas deberían beneficiarse de la simple economía de una mayor demanda y menor oferta.

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Redacción TICPymes

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