Invertir en la era del cambio climático

Carteras de inversión verdes, para los que apuestan pensando en el medio ambiente.

Publicado el 16 Oct 2017

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En un entorno de recuperación de la renta variable son muchos los que apuestan por la diversificación de las carteras de inversión. Y al hacerlo hay un factor que se debe tener muy en cuenta, el cambio climático. Los inversores no pueden mantenerse al margen de este escenario debido, entre otros aspectos, al aumento de la regulación empresarial y al surgimiento de soluciones tecnológicas que pueden influir en el análisis de inversión. No hay que infravalorar los riesgos vinculados al clima.

Los esfuerzos por parte de las empresas y los gobiernos por hacer frente al cambio climático pueden derivar hacia una economía con baja emisión de carbono, lo que podría generar riesgo para algunas carteras, pero los desafíos siempre ofrecen oportunidades para aquel que sepa aprovecharlas.

Por ello, hacer ajustes en la cartera puede contribuir a reducir los riesgos, tal y como apunta el último estudio del BII, que clasifica en cuatro puntos las principales amenazas para la inversión:

  • Los avances tecnológicos en la generación, almacenamiento y consumo de energía que lastran los modelos de negocio actuales
  • Las medidas normativas centradas en reducir las emisiones de carbono y mejorar la eficiencia energética
  • La mayor frecuencia de episodios meteorológicos extremos
  • Las presiones sociales para que empresas e instituciones incorporen una mayor conciencia climática

Las carteras ‘resistentes al clima’ deberían ser una consideración clave para los inversores. De hecho, ya se está empezando a prestar atención al cambio climático, a pesar del halo de escepticismo que puede surgir en torno a este concepto, y se está migrando progresivamente hacia una economía con baja emisión de carbono, dirección que también se está considerando en la política.

A la hora de cambiar nuestra cartera de inversión, es clave la información que podamos recabar sobre los esfuerzos que están realizando las empresas a favor del medio ambiente. A pesar de que este punto está mejorando, la incertidumbre sobre los sucesos relacionados con el clima es una realidad. Y es ahí donde se puede encontrar la oportunidad para aquellos que estén dispuestos a realizar una investigación más detallada. Esto significa que tanto gestores como propietarios de activos puede cumplir con sus deberes fiduciarios en virtud tanto de la antigua interpretación de maximizar los rendimientos y la nueva visión de incluir factores ‘verdes’.

La clave está en la eficiencia energética

Una de las tesis que se manejan es que la mejora de la eficiencia en cuanto a las emisiones de carbono puede ser una señal de la excelencia operativa de las empresas, un factor que nos puede orientar a la hora de invertir. Así, los últimos estudios muestran que las compañías que más han reducido su huella de carbono han superado a las empresas rezagadas en este ámbito.

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Redacción TICPymes

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