Estos datos tienen su base en un informe elaborado por la Fundación Vodafone España durante el año 2012, y como continuación al presentado en enero de 2011, sobre el uso que nuestros mayores hacen de las TIC. “Forma parte del observatorio permanente que la Fundación Vodafone España lleva a cabo con el objetivo de identificar las necesidades de este segmento de población ante las TIC y poder compartir con el resto de implicados los resultados obtenidos”, explican desde la Fundación.
El estudio, coordinado por el asesor de la Fundación, Javier del Arco, trata de efectuar un pronóstico de cómo será la relación de los mayores con la tecnología dentro de 7 u 8 años. Por ello el foco del estudio se ha fijado en las personas cuyas edades actuales se sitúan entre los 56 y 70 años. El interés del mismo deriva de la necesidad de evitar que una parte cada vez más importante de la población pueda verse afectada por la fractura o brecha digital, que genera desigualdades nítidas entre las personas que acceden habitualmente a las TIC y aquellas que no lo hacen.
Datos cuantitativos sobre el uso de las TIC
A. Uso de la telefonía móvil
-De las personas entre 66 y 70 años, el 86,5% usa la telefonía móvil.
-De las personas entre 61 y 65 años el 92,2% usa la telefonía móvil.De las personas entre 56 y 60 años, el 92 % usa la telefonía móvil.
B. Uso de Internet
-De las personas entre 66 y 70 años, el 29,6% usa Internet.
-De las personas entre 61 y 65 años el 41,2% usa Internet.
-De las personas entre 56 y 60 años, el 50,6 % usa Internet.
C. Acceso y uso del ordenador
De las personas entre 66 y 70 años, el 32,4 % posee y utiliza el ordenador.
De las personas entre 61 y 65 años el 44,8% posee y utiliza el ordenador.
De las personas entre 56 y 60 años, el 53,4 % posee y utiliza el ordenador.
Conclusiones
1. El uso de la telefonía móvil está más arraigado en este segmento de población, siendo casi pleno en los rangos de edad de entre los 65 y los 56 años, no habiendo mucha diferencia con el que abarca hasta los 70 años.
2. El uso de Internet va asociado al uso y disponibilidad del ordenador siendo las cifras de uso muy parejas y dando mayores porcentajes cuanto menor es la edad del encuestado.
3. Comparado con el estudio presentado en 2011, cabe lugar al optimismo ya que los datos que se desprendían entonces eran que, en la franja de edad de 56 a 70 años el 17% de las personas de edades comprendidas entre los 66 a 70 años utilizaba Internet, subía a un 28% en las personas con edades comprendidas entre los 61 y los 65 años y se alcanza el 40% en uso de aquellos personas con edades comprendidas entre los 56 y 60 años.
D. Uso de la telefonía móvil
1. El teléfono móvil es percibido, más allá de sexo, edad o nivel formativo, como una tecnología universal, de la que dispone la práctica totalidad de la población. No obstante, el grado de utilización de las diferentes funcionalidades es muy diverso, siendo las más populares las llamadas telefónicas y la fotografía. Podemos, de esta forma, distinguir entre los usuarios básicos (utilizan terminales poco sofisticados para un número limitado de tareas) y los avanzados (generalmente más jóvenes, suelen tener móviles más modernos, incluyendo smartphones, y utilizan la mayor parte de servicios disponibles).
2. Los principales costes o barreras vinculados a la utilización del teléfono móvil son el coste de consumo, más como motivo de queja que de abandono; el coste de los propios dispositivos, que frena el acceso a algunos de los más avanzados (tabletas, smartphones); y la dificultad para el aprendizaje, que condiciona un uso más o menos avanzado de la tecnología. Estos factores pueden ser potenciados o mitigados por la situación de actividad, que fomenta un uso más desarrollado; la edad, que dificulta el aprendizaje; el efecto de red derivado del uso por parte de la familia o los amigos; y el presupuesto disponible.
3. Los dos principales valores asociados al teléfono móvil son su inmediatez y ubicuidad, dada su disponibilidad prácticamente permanente y en cualquier lugar, y su universalidad. Como consecuencia de ambos, el teléfono móvil genera una importante percepción de seguridad, tanto respecto al propio usuario, que tiene un medio de comunicación para resolver posibles incidentes, como respecto a personas a su cargo; una sensación de compañía, que lleva a sentir incomodidad a quien olvida el teléfono móvil en casa; y su versatilidad, por su utilidad en múltiples circunstancias (viajes, trabajo, compañía…)
