Cómo puede ayudar el paisajismo en la prevención de desastres naturales

El paisajismo es una disciplina que engloba la planificación, gestión, conservación y rehabilitación de un espacio, y más allá de ser un recurso estético, se ha convertido en una herramienta esencial para la conservación del medio ambiente y la prevención de los desastres naturales

Publicado el 18 Oct 2019

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Desde hace tres años, por iniciativa del Consejo de Europa y al amparo del Convenio Europeo del Paisaje, cada 20 de octubre se celebra el Día Internacional del Paisaje. El paisajismo es una disciplina que engloba la planificación, gestión, conservación y rehabilitación de un espacio, y más allá de ser un recurso estético, se ha convertido en una herramienta esencial para la conservación del medio ambiente y la prevención de los desastres naturales.

Según los datos del Centro de Investigación sobre la Epidemiología de los Desastres (CRED), estos han aumentado a escala global en las dos últimas décadas, especialmente en cuanto a su intensidad y su impacto. De esta forma, en los últimos 20 años se han producido más de 1,35 millones de muertes y un total de 7.056 catástrofes naturales.

“Las personas hemos intentado moldear la naturaleza para adaptarla a nuestra forma de vivir durante toda la historia. Sin embargo, no nos hemos preocupado lo suficiente de hacerlo con respeto”, opina Fernando Pozuelo.“Cada vez los desastres naturales tienen efectos más devastadores para la humanidad y es necesario que tomemos conciencia y empecemos a entender cómo la intervención sobre la naturaleza nos permite no solo crear un mundo más bello en el que vivir, más productivo o más relajante, sino también más respetuoso con el medio ambiente y que, al mismo tiempo, nos proteja cuando se producen catástrofes”.

Espacios verdes en los núcleos urbanos

El descuido de la sociedad hacia el medio ambiente ha acelerado los efectos del cambio climático, principalmente por la gran cantidad de bosques que son talados y sustituidos por grandes urbes de asfalto, fábricas, etc. La inclusión de espacios naturales como grandes parques o la incorporación de árboles en plazas y calles permiten no solo ayudar a limpiar el aire de la contaminación, sino suavizar la temperatura. Incluso los más pequeños gestos pueden ayudar a mejorar la calidad de vida y la salud de las personas.

A la hora de diseñar un espacio urbano o un jardín, debemos de apostar por que sea lo más sostenible posible. Para ello apostar por la plantación de especies autóctonas, la reducción de las superficies de césped, que suponen un menor consumo de agua, o la apuesta por especies con un mayor follaje, que tienen una mayor capacidad para limpiar el aire, son algunas medidas efectivas que tienen una repercusión directa sobre el medio ambiente.

Intervenciones para combatir los incendios

Cada año, miles de hectáreas arden en nuestro país. Según los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), este año 2019, se ha posicionado como el quinto peor año de la última década. La educación y concienciación son primordiales en materia de incendios. Un buen conocimiento sobre la prevención de incendios, ya sean forestales o domésticos, es fundamental para que la sociedad crezca y avance con estos valores.

Después de que se haya producido un incendio, es importante llevar a cabo una reforestación consciente, estudiando el terreno y teniendo en cuenta las especies autóctonas. Otro factor a tener en cuenta es el grado de inflamabilidad. Hay especies que son menos inflamables, como los álamos, los madroños o los lentiscos.

Los últimos incendios ocurridos en Canarias han puesto de manifiesto el gran poder regenerador del pino canario. Esta especie es capaz de sobrevivir a las llamas, renaciendo de sus propias cenizas. La creación de cortafuegos es una de las principales medidas para frenar el avance de las llamas en el caso de un gran incendio forestal.

Reforestación para prevenir inundaciones

Los árboles juegan un papel clave en relación a los desastres naturales. Un árbol maduro es capaz de regular el flujo del agua, desempeñando una acción esencial a la hora de prevenir inundaciones, ya que un solo ejemplar puede interceptar más de 15.000 litros de agua al año.

Llevar a cabo una reforestación en zonas que han sido devastadas por un incendio, espacios urbanos, o terrenos naturales supone una barrera natural, por ejemplo en caso de lluvias torrenciales, haciendo que el riesgo de desprendimientos y flujos de lodo disminuya.

Los jardines inundables

Las inundaciones son el desastre natural que más muertes causa en nuestro país. Según el Ministerio del Interior, desde el año 1995 han muerto en España más de 360 personas, una cifra muy por encima de las causadas por los incendios, el calor o los temporales marítimos. De hecho, este verano España ha sufrido la peor gota fría en los últimos 140 años, dejando cosechas arrasadas, negocios inundados e, incluso, fallecidos.

Una medida que resulta muy efectiva para combatir este problema es la creación de jardines inundables. Estos jardines funcionan con un mecanismo que es capaz de almacenar grandes cantidades de agua, gracias a un vaso retenedor.

Grandes ciudades como Berlín, Nueva York o Róterdam ya cuentan con planes de acción a implementar en los próximos años para luchar contra este problema medioambiental. También en España encontramos iniciativas. Un claro ejemplo en nuestro país es La Marjal de la Playa de San Juan, que es el primer jardín inundable de España y que nació con el objetivo de poner solución a los problemas hidráulicos de la zona de Alicante, como lo son las inundaciones.

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Redacción TICPymes

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