La tecnología marca el camino de la productividad

Por Philippe Jiménez, Country Manager de Spaces

Publicado el 27 Feb 2019

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Desde el nacimiento de Internet o del primer teléfono móvil en 1973, un artilugio que por aquella época nadie creyó que pudiese provocar una transformación tan acentuada en nuestra sociedad y en la manera de relacionarnos, hemos evolucionado hacia un modelo en el que la tecnología se ha convertido en –casi– el centro de nuestras vidas.

Según un estudio de AIMC, el 92% de los españoles se suele conectar a Internet desde su propio smartphone. Esto denota que la gran mayoría de la población española vive en un mundo cada vez más tecnológico, haciendo uso del gran rango de posibilidades que nos ofrecen los diferentes dispositivos existentes, ya sea el smartphone, el ordenador portátil o la tablet.

Esta ‘invasión’ de la tecnología ha supuesto una influencia decisiva, y positiva, en el ámbito profesional. La tecnología ha ayudado a maximizar tiempos y productividad tanto a trabajadores como a empresas, y ha sido un actor fundamental en la aparición y desarrollo de nuevas formas de trabajo que otorguen flexibilidad a los profesionales a la hora de desempeñar sus tareas profesionales.

Esta flexibilidad está intrínsecamente unida a la digitalización, lo que favorece la rápida implementación de procesos de trabajo en muchos de los aspectos con los que tenemos que lidiar diariamente. El uso de la nube, por ejemplo, facilita a los profesionales el acceso a información o datos desde cualquier lugar con un dispositivo que se pueda conectar a Internet.

En este sentido, este tipo de herramientas ha allanado el camino de la proliferación de los espacios de trabajo flexible, cada vez más habituales en ciudades de todo el mundo, ya que éstos han permitido a numerosos profesionales a nivel internacional disponer de lugares en los que poder trabajar cuándo y dónde necesiten.

Del mismo modo, esta era tecnológica también ha provocado la aparición de instrumentos de colaboración que agilizan la manera de llevar a cabo proyectos comunes entre distintos trabajadores, así como programas que permiten optimizar y planificar los recursos disponibles de las organizaciones. Estos softwares se antojan fundamentales para los departamentos de recursos humanos, encargados en última instancia de evaluar y calcular el rendimiento de los empleados.

Por último, la tecnología ha ayudado a desarrollar en las últimas décadas múltiples formas para establecer reuniones. Videollamadas, plataformas de llamada telefónicas empresariales o incluso hologramas, están convirtiéndose en el complemento perfecto para los tradicionales meetings en persona, transformando este terreno del día a día de los profesionales, haciéndolo cada vez más fructífero, ágil y fiable.

En definitiva, estamos inmersos en un siglo en el que seguiremos evolucionando, con nuevas formas de comunicación, avances tecnológicos e inventos que ayudarán a que los profesionales sigan probando formas de trabajo innovadoras que, eventualmente, los ayuden a ser cada vez más productivos y competitivos.

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Redacción TICPymes

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