La revolución digital de España debe empezar en la educación

Según David Monreal, fundador de la escuela de programación Skylab Coders Academy, la administración pública tiene que liderar la formación de los futuros trabajadores tecnológicos, y no ceder todo el protagonismo y responsabilidad a la industria.

Publicado el 17 Abr 2018

15060_71

Los cambios sociales y económicos se producen a un ritmo vertiginoso, motivados por los avances tecnológicos de las últimas décadas. Uno de los sectores que se ve más afectado por esta dinámica es el de la enseñanza. El sistema educativo forma alumnos para un sistema socioeconómico que cambia muy rápido, y si no adapta sus programas académicos a lo que el sistema demanda, las posibilidades laborales de los futuros profesionales se ven mermadas a medio y largo plazo. De hecho, muchas de las profesiones tecnológicas que encontramos hoy en día, no existían hace 10 años.

Si queremos convertirnos en el Silicon Valley del sur de Europa, es imprescindible que la industria educativa empiece a regular y a innovar en este terreno”.

En países como Francia, Estados Unidos o Finlandia se han impulsado modelos educativos partiendo de este contexto de cambio. Por ejemplo, en Francia el propio gobierno está impulsando una formación de perfil tecnológico a través de una red de 400 escuelas privadas, homologando los títulos y becando a los alumnos que se forman en ellas. Lo mismo ocurre con Estados Unidos en el ámbito de la educación privada, donde el mismo Barack Obama se proclamó Chief Coder de América. Ambos países se han posicionado en los últimos años como líderes en la revolución tecnológica, y en ella se han fundado algunas de las startups más exitosas. En definitiva, su éxito empresarial se ha acompañado con un cambio de modelo educativo.

Una revolución así ya ha ocurrido antes en nuestro país. En la previa de los juegos olímpicos del 92, se decidió apostar por transformar la ciudad en una referencia en este campo. Este giro estratégico lo soportaron tanto entidades públicas como privadas, entre las que se cuentan diversas escuelas que aparecieron en aquella época para alimentar de profesionales este sector.

Ahora Barcelona ha apostado por ser un Hub tecnológico, pero la oferta educativa no está siguiendo el ritmo del sector. “Si queremos convertirnos en el Silicon Valley del sur de Europa, es imprescindible que la industria educativa empiece a regular y a innovar en este terreno”. Monreal pone algunas iniciativas privadas que pueden servir como punto de partida: la FP Dual impulsada por la Fundación Bertelsmann, en la que el centro educativo y la empresa se corresponsabilizan de la formación del aprendiz; o el meritorio trabajo que en el impulso de las TIC en España está realizando la Fundación Telefónica.

La sociedad demanda a la educación preparar a los futuros profesionales adecuadamente, y para ello debe dar más protagonismo a la práctica y ser consciente de lo que está demandando el mundo de la empresa. Las escuelas y academias que se salen del circuito tradicional de la enseñanza son las que mejor están adaptando su programa académico al mundo de la empresa. En este terreno, la escuela de programación Skylab Coders desarrolla una metodología en la que la capacidad de sus alumnos para adaptarse a los requisitos de los puestos de trabajo de las compañías tecnológicas, se pone a prueba incluso antes de su ingreso en la academia.

¿Qué te ha parecido este artículo?

Tu opinión es importante para nosotros.

T
Redacción TICPymes

Artículos relacionados

Artículo 1 de 5