11 frases a evitar en una entrevista para una start-up

Según una encuesta de Randstad tres de cada cuatro ocupados elegiría start-ups para desarrollar su carrera profesional en España.

Publicado el 25 Sep 2018

A young woman with a large resume sitting with other prospective employees

¿Tienes pensado desarrollar tu carrera profesional en una start-up? Esta opción está ganando popularidad, sobre todo entre los trabajadores más jóvenes. Según una encuesta de Randstad tres de cada cuatro ocupados elegiría start-ups para desarrollar su carrera profesional en España. Las estructuras flexibles, los múltiples eventos de equipo y la abundante libertad son algunas de las ventajas que estas empresas ofrecen a diferencia de las más tradicionales. ¿Te suena interesante? A continuación te ofrecemos una lista de consejos elaborada por la start-up Holidu, un buscador de alquileres vacacionales, para que sepas qué frases es mejor evitar durante una entrevista. El departamento de recursos humanos de Holidu recibe más de 700 solicitudes y lleva a cabo más de un centenar de entrevistas cada mes. La gerente de recursos humanos Yen Nhi ha elaborado a partir de su propia experiencia como reclutadora una lista de frases que no favorecen al entrevistado.

Perdona ¿me puedes repetir a qué os dedicábais?

Es evidente que una start-up no es tan conocida como una gran empresa o una marca consolidada. Sin embargo, conviene mostrar que te has familiarizado con el producto y la visión de la empresa. Es importante que puedas identificarte con la misión de la start-up y que muestres el entusiasmo necesario para ayudar a la empresa a crecer con las ideas que traes y acercarla a su visión de futuro.

“No creo que haya tomado nunca la decisión equivocada”

Hay mucho que aprender de cualquier fracaso. Por eso resulta vital que los empleados tomen sus decisiones con cautela y siempre traten de mejorar y crecer. Admitir que se ha podido tomar la decisión equivocada es una parte más del proceso de mejora. Especialmente en una start-up, que no cuenta con una experiencia de años en el negocio, resulta crucial estar atento y darse cuenta cuando hay algo por mejorar.

“Tomo mis decisiones basándome en mi instinto”

En una start-up, especialmente en el sector tecnológico, la precisión es un requisito indispensable, ya que cada decisión puede acarrear consecuencias nefastas. Por tanto, tanto las estrategias como los objetivos han de estar basados en el análisis de datos. Tienes que ser capaz de prestar atención a los detalles y tener la motivación necesaria para profundizar en los temas que tratas y analizarlos desde todos los ángulos posibles.

“Siempre se me ha dado fatal el inglés”

El idioma de trabajo muchas start-ups es el inglés, si bien, en general las expectativas no son de un nivel nativo impecable, ya que todo puede mejorarse siempre que haya motivación. Por encima de un nivel alto de inglés, la mayoría de start-ups valoran la ambición de desarrollarse en en plano profesional y de aprender.

“Odio el futbolín”

No se trata de que seas el mejor jugando al futbolín. Sin embargo, en las start-ups reina un ambiente familiar y desenfadado entre compañeros. Se espera de ellos que pasen tiempo juntos tanto dentro como fuera del trabajo. Un espíritu de equipo fuertemente arraigado es una característica típica de las empresas jóvenes y este sentimiento se fomenta especialmente en eventos como los que realiza cada equipo o, por ejemplo, un torneo de futbolín.

“Eso no es mi responsabilidad”

En un entorno de trabajo dinámico como son las start-ups, la flexibilidad es imprescindible. Se invita a todos los miembros del equipo a aportar sus propias ideas y a pensar de forma innovadora. Se trata de ir más allá de lo que tienes justo delante, adquiriendo nuevos conocimientos y, cuando haga falta, entrando en ámbitos laborales distintos a los habituales. Cuando la cosa se pone fea, siempre ayudas a tus compañeros, lo cual incluye encargarte de tareas que no son directamente responsabilidad tuya.

“Me frusto cuando las cosas no salen como esperaba”

Es entendible, todo el mundo es más feliz cuando sus proyectos salen tal y como estaban planeados. Estructurar el trabajo y establecer una serie de hitos es importante para garantizar el éxito de las tareas a realizar. Sin embargo, no te puedes venir abajo cuando los requisitos del proyecto varían de repente y te das cuenta de que tienes que modificar el plan inicial. En una start-up, las decisiones se tienen que tomar rápido. La motivación y la positividad son cruciales cuando se trabaja en un entorno cambiante.

“Prefiero esperar a que me digan lo que tengo que hacer”

En una start-up, se cuenta con el compromiso de cada uno de los empleados. Con tu intelecto, tu iniciativa y proactividad deberías ser capaz de involucrarte de forma activa y saber en qué actividades de la empresa aportar tus competencias. Haz uso de tu libertad creativa y propón proyectos a tu equipo en los que te gustaría trabajar. ¡Solicita responsabilidad y feedback sobre tu trabajo!

“Prefiero evitar las situaciones difíciles”

Las start-ups tienen que hacer frente al gran desafío que supone fundar una empresa de éxito a partir de una mera visión. Para lograr buenos resultados, se ven obligadas a fijar metas muy ambiciosas y trabajar duro para alcanzarlas. De igual manera, un empleado no debería evitar aquellas tareas que le resulten difíciles. Cuando se trabaja en un problema complejo, si te sale de manera natural darle vueltas y probar diferentes enfoques hasta dar con la solución, a pesar de que suponga superar barreras y tomar la responsabilidad de lo que pueda suceder, entonces tienes la actitud adecuada para trabajar en una start-up.

“Prefiero guardar las formas”

En múltiples empresas jóvenes la jerarquía es plana y el trato cercano. Esto se aplica a todos los niveles: desde el director ejecutivo hasta el contable pasando por el director de márketing y los becarios. Esta estructura fomenta la comunicación activa entre empleados y hace que las ideas de todos se escuchen y tengan peso. El trato informal reduce la distancia y fomenta la confianza y la creación de vínculos personales. No somos extraños ¡somos un equipo! Es algo que funciona muy bien con empresas que operan

internacionalmente. Eso no quita que tenga que haber respeto mutuo, por supuesto, pero al fin y al cabo el respeto no se mide por la formalidad del trato o de las palabras.

“Me gustaría tener mi propia oficina”

Empresas como Google confían en los espacios abiertos y predican con el ejemplo. Esta innovadora disposición de las oficinas elimina las líneas divisorias entre departamentos y reduce los canales de comunicación. No es de extrañar que las start-ups confíen en los espacios abiertos: Las habitaciones amplias permiten hacer uso de ellas de maneras más flexibles. Dependiendo del número de empleados y del tiempo que pasan en la oficina, las habitaciones estarán más o menos ocupadas. Sin embargo, aquellos que teman no ser capaces de concentrarse en tales condiciones pueden pedir auriculares o un espacio de trabajo apartado ya desde la misma entrevista. Muchas start-ups cuentan con espacios aparte para realizar llamadas o trabajar en silencio que se pueden utilizar siempre que haga falta.

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Redacción TICPymes

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