5 consejos para que autónomos paguen menos por IRPF en 2020

El horizonte temporal para actuar y poder obtener beneficios fiscales es el 31 de diciembre de 2020

Publicado el 09 Dic 2020

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DECLARANDO, la plataforma online de asesoramiento fiscal a autónomos, ha confeccionado una guía con consejos que pueden ayudar a los autónomos a optimizar su declaración de la renta del 2020.

El horizonte temporal para actuar y poder obtener beneficios fiscales es el 31 de diciembre de 2020. He aquí las recomendaciones:

  1. Lo primero es hacer una previsión de lo que se va a pagar en renta. Si desconocemos este dato, cualquier ejercicio que se proponga optimizar nuestra declaración resultará una tarea imposible. Para calcularla podemos usar el simulador de la web de Hacienda, estimando cuál será nuestro beneficio a final de año, y las retenciones de IRPF totales de nuestras facturas o los pagos del modelo 130 si tenemos. Algunas herramientas de asesoría fiscal online también cuentan con funcionalidades para simular en tiempo real cuánto se pagará de renta, en función de las facturas y gastos incluidos hasta el momento en la contabilidad.
  2. Aunque ya estemos a final de año, es importante controlar el tramo de IRPF en el que nos movemos. Dependiendo de este aspecto, puede ser interesante retrasar las últimas facturas del año hasta el siguiente ejercicio o no aceptar nuevos clientes. A este respecto, conviene recordar que el IRPF es un impuesto progresivo; es decir, va aumentando según crecen los ingresos. De manera que, para calcular qué cantidad debemos pagar a Hacienda, existen tramos del IRPF en los que aplicaremos un porcentaje distinto, teniendo en cuenta todas las rentas que se perciben (no solo las del trabajo).
  3. En consecuencia, cualquier nuevo ingreso que suponga saltar de tramo en la Renta puede hacer que paguemos más a Hacienda. Por eso, puede resultar interesante anticipar gastos o inversiones (coches, ordenadores). Muchas veces, importes pequeños, pueden tener un gran impacto sobre la renta.
  4. Con el fin de no rebasar el tramo de la renta que nos obligaría a pagar más a Hacienda, está en nuestra mano realizar algunos ajustes mediante la inversión en productos financieros o bien planificando la jubilación. Estas son algunas de las alternativas disponibles:
  • Amortización de hipotecas

La deducción por inversión en vivienda habitual que se podía practicar al hacer la declaración de la renta se suprimió el 1 de enero de 2013. Sin embargo, las personas que formalizaron su préstamo hipotecario antes de esa fecha todavía se pueden desgravar una parte de las cuotas que pagan cada mes. Se puede desgravar hasta un 15% sobre un máximo anual amortizado de 9.040 euros. Pero cuidado, eso es el máximo, si calculamos nuestra renta, quizás averigüemos que a partir de 5.000 euros ya no provoca ningún cambio en nuestra base imponible. Este tipo de deducción se puede conseguir al sumar dos tramos: un tramo estatal del 7,5% y un tramo autonómico que puede ser de hasta el 7,5%, aunque depende de cada comunidad.

También se puede practicar la deducción si se modifica la hipoteca en caso de amortización anticipada (si devolvemos capital de la hipoteca antes de tiempo, podemos sumar ese dinero al que hayamos pagado durante el año con las cuotas mensuales), en caso de llevar a cabo una subrogación de acreedor o en caso de contratar una nueva hipoteca para cancelar la que tengamos: aquí se aplica el mismo criterio que con la subrogación.

  • Revisión de cuotas a la Seguridad Social

La cuota de autónomos es un gasto que va íntimamente ligado el ejercicio de la actividad profesional y es indudablemente necesario para desempeñarla. Por tanto, es íntegramente deducible. El 86% de los autónomos cotizan por la base mínima, así que puede ser una buena decisión subir la cuota para mejorar la pensión futura y pagar menos a Hacienda.

  • Planes de Pensiones y Plan de Previsión Asegurado (PPA)

La normativa del IRPF permite reducir la base imponible en la cuantía de las aportaciones realizadas durante el ejercicio a planes de pensiones y de las primas satisfechas a un PPA (Plan de Previsión Asegurado), que es un seguro individual de ahorro a largo plazo pensado para complementar el sistema de pensiones de jubilación).

En la práctica, bajar la base imponible dentro de las fórmulas que nos permite la ley es como “si cobrásemos menos a ojos de Hacienda” y, por lo tanto, deberíamos pagar menos impuestos. Esta reducción tiene como límite la menor de las siguientes cantidades: 8.000 euros anuales o un máximo del 30% de los rendimientos netos de trabajo personal y de actividades económicas. Pero igual que sucedía con la amortización de hipotecas, estos son los límites generales y, según el caso particular del autónomo, la cantidad óptima podría ser inferior.

  • Suscripción de seguros

Estos son algunos de los más comunes para la actividad de los autónomos, cuyas primas se consideran un gasto deducible siempre que los seguros estén relacionados con la actividad profesional.

El seguro de responsabilidad civil es deducible al 100%; el seguro de vida o médico, siempre que estén vinculados con la actividad; por ejemplo, que hayas pedido un crédito o préstamo para desarrollar tu actividad o invertir en ella y el banco te haya obligado a contratarlo. Otro seguro que es deducible es el de salud. En este último caso, existe una limitación de 500 euros por asegurado que forme parte de la unidad familiar. Por ejemplo, si sois 4 personas en tu unidad familiar, podrías deducir hasta 2.000 euros.

  • Productos de Ahorro

PIAS: las cuotas de los planes individuales de ahorro sistemático (PIAS) no son deducibles en el IRPF, pero cumpliendo una serie de condiciones todo el rendimiento generado durante toda la duración de la póliza está exento del pago de impuestos una vez que se recata el capital.

SIALP: un SIALP es un Seguro Individual de Ahorro a Largo Plazo. Quien lo contrata se puede beneficiar de las ventajas fiscales de esta herramienta siempre que mantenga la inversión un mínimo de 5 años y no supere los 5.000 euros por persona y año. Cumpliendo estas exigencias el cliente se beneficiará de la exención fiscal de los intereses que se hayan generado por el SIALP. En caso de realizarse un rescate total, hay que tributar como rendimientos de capital mobiliario.

  1. Otra manera de reducir la base imponible y de pagar menos dinero a Hacienda consiste en tener muy en cuenta cuáles son los gastos deducibles inherentes al desempeño de la actividad. Hay que tener cuidado a la hora de aplicarlos, pues algunos pueden ser interpretables por Hacienda en caso de producirse alguna inspección.

He aquí algunos gastos con importante relevancia fiscalpara considerarlos antes de concluir el año:

  • Compra y reparación de bienes de inversión

Si adquieres un bien para el desarrollo de tu actividad, hay que tener en cuenta que se trata de un bien y no de un servicio, y que su importe tiene que exceder de los 3.000€. En el caso del IRPF, no se puede restar todo el importe de una vez. La ley obliga a hacerlo poco a poco, lo que conocemos con el nombre de amortización fiscal.

  • Vehículos

Los gastos derivados de la compra o el uso de un vehículo se consideran deducibles, tanto del IVA como del IRPF, cuando el vehículo se usa exclusivamente para la actividad profesional (por ejemplo, para entregar o repartir mercancías).

  • Gastos de atención a clientes y proveedores

Este gasto es uno de los que suele generar más dudas y problemas. Se consideran gastos de atención a clientes y proveedores los gastos de merchandising y regalos que se entregan en nombre del negocio, como por ejemplo las camisetas, gorras, mochilas, tazas, chapas, bolígrafos o calendarios corporativos. Estos gastos son deducibles, pero solo pueden sumar un máximo del 1% de tu facturación.

En conclusión, si queremos optimizar nuestra declaración de la renta 2020, los mejores consejos que se le podrían dar al autónomo serían los siguientes: 1) Aprender a calcular su propia renta. 2) Realizar una buena previsión del beneficio anual y del IRPF. 3) Planificar las ventas y las inversiones. 4) Optimizar los productos de ahorro. 5) Elegir los mejores seguros. 6) Planificar tu cuota de la Seguridad Social. 7) Planificar tu jubilación. Y 8) Aprovechar todo el potencial de los gastos personales en el desarrollo de tu actividad.

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Redacción TICPymes

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